Ilegales: El gusto de apreciar a una leyenda del punk rock en español

-23 Ene 2024

Por: Alejandro Barbosa Valderrama. Especial para: www.fortindelcaballero.com

Fotografía: Fernando Gómez González.

El pasado jueves en el recinto Royal Center pudimos disfrutar de la irreverencia de Jorge Martínez y sus músicos de Ilegales que como pocos se dan el lujo de llevar a cuestas 42 años de carrera y sustentarlos en un escenario con un repertorio que nos llevó a viajar en el tiempo por aquel maravilloso trabajo de ’Ilegales 1982’ y clásicos irrefutables de su época dorada como: "Tiempos Nuevos, Tiempos Salvajes", "Delincuente Habitual", "No Me Acaricies El Pelo", "Me Sueltan Mañana", ¡Heil Hitler", entre otros. También un repaso por temas contemporáneos en los cuales se dio el aporte en su momento de artistas como Andrés Calamaro y Enrique Bunbury y dejan ver esa rebeldía, arrojo y espíritu combativo de Jorge en una época marcada por la heroína y la violencia en las calles de España.

De sus antecesorex Eskorbuto ya extintos por sus problemas de drogas conservan esa esencia natural del punk nacido en el Reino Unido y que a muchos artistas sirvió de influencia para crear canciones llenas de crudeza, rabia y descontento.

Pudimos corear canciones como: ‘Destruye’, ‘Soy un Macarra’, ‘Bestia, Bestia’, "Chicos Pálidos Para la Máquina", ‘Dextroanfetamina’ o ’Divino Imbecil’. Toda una fiesta con el pogo como ingrediente principal se armó en la noche capitalina. 

Como se afirma recientemente en el documental de Juan Moya sobre ese emblemático trabajo de 1982 a principios de los ochenta, "en un Gijón nublado por la delincuencia suburbial y la heroína, un tipo llamado Jorge Martínez solía pasearse por las calles con un stick de hockey al hombro. Le llamaban el "loco" y muchos pensaban que se trataba de un descerebrado que solo buscaba generar el asombro del personal. Pero en realidad se estaba defendiendo de una banda de proxenetas que le tenían amenazado de muerte. "El stick fue para él un seguro de vida en esos años".

Desde que comenzó a llevarlo las amenazas se fueron disipando", nos cuenta Juan Moya, director del flamante documental ’Ilegales 82’, en el que se narra cómo se las arreglaron Jorge y su banda en ese ambiente tan violento y deprimido para grabar uno de los discos capitales de la historia del rock español, que cumple ya más de 40 años.

Las letras de Ilegales nos muestran la impertinencia del punk en un mundo que es hipócrita y trata de hacerse el de la vista gorda a las problemáticas de su diario vivir.

Como afirmó Willliam Martínez un colega de Shock en el pasado Rock al parque y en el que los que asistimos también pudimos apreciar ese sonido auténtico de Ilegales que es un golpe directo de adrenalina: "Esta banda es la profundidad expresiva de la buena poesía y la visión trágica del mundo de la filosofía nietzscheana. Su sonido recupera el ritmo endiablado del rockabilly, la actitud irreverente del punk y la introspección que bien supieron cultivar grandes cantores del rock en español. Ilegales hace de la simpleza una virtud. Su rock no está envuelto en celofán ni en una burbuja de virtuosismo ni en un panfleto de escupitajos. Tomaron lo mejor de diferentes géneros y fundaron su propio territorio".

Este servidor aplaude el trabajo de Jorge con su guitarra solista. El atrapante sonido del bajo de Iñigo Ayestarán lo sumerje a uno en toda esa fuerza musical que nos dio el punk como género. Ninguno como Jorge con ese don y talento innato para contar sin ningún desparpajo la realidad social. Ilegales es una banda que reune equilibrio, calidad y evolución en cada una de sus canciones. Son de esas agrupaciones que no todos los días se puede uno dar esa oportunidad de apreciar en vivo.



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