Los aplausos se ganan con trabajo. Ese es el secreto de Elkin Ramírez, un ser humano con una convicción profunda y claramente definida de la ética profesional, que inculca siempre a sus músicos antes de cada ensayo, de cada presentación, de cada trabajo; porque el público exige respeto y el titán lo tiene muy claro.
Así que en la noche del jueves 18 de noviembre, en Bahío Bar se logró de nuevo el objetivo, que de paso permitió consolidar la nueva alineación de Kraken con: Luis Fernando Caballero en los teclados, Luis Alberto Ramírez en el bajo, Carlos Andrés Cortés en la batería y Diego Andrés Leyva en la guitarra.
Como un perfecto pentagrama musical arrancó el concierto privado con el clásico: “Vestido de Cristal”. Le siguieron los inolvidables “Rostros Ocultos”, “Hijos del Sur”, el inédito de HUELLA Y CAMINO “Revolución”, y un excelente repertorio: “Lenguaje de mi piel”, “Palabras que sangran”, “Silencioso amor”, "Todo hombre es una historia",“No me hables de amor”, "Una vez más",“Escudo y Espada” y “Muere Libre”.
Tanto Kraken Club Bogotá, algunos invitados especiales, entre otros, el ingeniero que hizo posible el sonido de la banda en Rock al Parque y muchos fans disfrutaron de la fuerza y la completa preparación de Elkin y sus músicos, que a todo vapor cautivaron con perfectas descargas de buen rock.
Elkin es un experimentado vocalista de rock de culto que siempre trasciende y no dejó escapar detalles en esta mágica noche. Antes de cada canción dejó un mensaje con su filosofía de vida única que lo caracterizan y ya guardan en la memoria cientos de fans, cuya vida marcha bajo la directriz de un señor artista que hizo su mejor esfuerzo por interpretar los temas que el público repasó en casa o escuchó en los bares para luego pedirlo en este gran concierto.
Ahora llega Camilo Gutiérrez, nuevo manager de la banda que entiende de las exigencias y compromiso de Kraken con Colombia y la escena internacional. Despacio aunque con una firme maduración de las ideas trabajan ya en lo que será Kraken Sinfónico, una reunión de 95 músicos de la Filarmónica Juvenil de Colombia con la banda de rock progresivo, que busca consolidarse en el año 2005, luego de una completa proyección a nivel mundial. Es la fé en el interior de un titán, que prevalece con veinte años cumplidos, alrededor de una masa inteligente que reconoce el esfuerzo y dedicación del artista, con una honesta escala musical.
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