EL RESTO ES SILENCIO
Por: Javier Barrero
¿Qué es la vida? Pregunta compleja. Tal vez una parte del concepto tenga que ver con los sueños. Sí. Vivir es soñar, quien no sueña, muerto en vida está. Cada vez que uno de nuestros sueños deja de serlo, otro nuevo aparece.
La historia dirá que el viernes 25 de abril de 2008 en Aguapanelas Internacional se presentaron tal vez las dos bandas de Rock más importantes en habla hispana. De un lado Kraken, grupo colombiano que en más de 20 años de carrera ha dictado cátedra de buena música y de excelentes letras, gracias a la tenacidad del sempiterno guerrero del arte Elkin Ramírez y sus músicos. Su arte ha traspasado fronteras geográficas. Varias giras y presentaciones fuera del país así lo certifican. Del otro Barón Rojo, la más grande banda de Rock en castellano de la historia. “Los maestros del género”, palabras salidas de la boca de Elkin Ramírez durante el concierto.
Un sitio atípico para esta clase de evento: Aguapanelas Internacional acostumbra a presentar artistas de otro tipo, sin embargo, eso no fue problema para que el sueño de ver a estas dos leyendas juntas se hiciera realidad.
Una vez adentro del recinto fueron necesarios pocos minutos para que el señor Ramírez, el señor Cortés, el señor Gélvez, el señor Leyva y el Señor Ramírez (Bajista), iniciaran el viaje más fantástico del cual melómano alguno desearía hacer parte. “Camino a la Montaña Negra” fue el pasabordo del vuelo. Una presentación impecable que incluyó temas de la mayoría de sus trabajos. Complicado resulta escoger cuál canción sonó mejor. De nuevo el Titán salió airoso. Incluso presentó temas que estarán incluidos en el próximo trabajo en estudio de la leyenda colombiana (Desde el Exilio, Rompiendo el Hechizo y Amnesia). “Tener no es ser”, una frase incluida en “Desde el Exilio” y que bien se puede aplicar a tantos personajes. Gracias, mago. Actualmente el grupo promociona su DVD “Todo Hombre es una historia”, que incluye, además de la más reciente presentación de la banda en Medellín, una breve presentación del material a cargo del señor Elkin Ramírez y de los músicos, y una galería de fotos de la reciente gira por Barranquilla, Medellín, Buga y Bogotá. La presentación de Kraken fueron 90 minutos del mejor rock que se ha hecho, que se hace y que difícilmente se superará en Colombia.
Ví a Barón Rojo en Bogotá hace unos años, en esa ocasión junto a los norteamericanos Quiet Riot, liderados vocalmente por el recientemente fallecido Kevin Dubrow. Fue simplemente impresionante. En ese momento no podía creer lo que mis ojos veían y mis oídos escuchaban, los precursores del Heavy Rock en español a menos de 20 metros. La banda que cimentó, guió y ordenó el movimiento para los hispano-parlantes descargó su artillería durante 150 minutos.
Pensé que no tendría oportunidad de volverlos a ver en vivo acá en Bogotá. No fue así. Los hermanos De Castro, esta vez acompañados por Tony Ferrer en el bajo y por Rafa Díaz en la batería, de nuevo tocaron en Bogotá. Su concierto sólo se puede plasmar en una palabra: sensacional. Parece que los De Castro fuesen máquinas, pero máquinas cargadas de poderosa energía, interminables. El toque comenzó con un tema que, confieso, debe ser del “Últimasmentes” del 2006, pues no lo reconocí, de ahí en adelante, Rock´n Roll del mejor, tocado por los mejores. La lista de clásicos fue interminable. Al fin de cuentas todas las canciones del Barón lo son. No los enumeró porque caería en la nostalgia de aquella mágica noche en la que Kraken nos regaló 90 minutos de Rock y Barón Rojo, los interminables Barón Rojo, nos regalaron 150 minutos de Rock ´N Roll, incluso se atrevieron a rendir tributo a otras leyendas (Satisfaction de The Rolling Stones, Smoke on the Water de Deep Purple y Highway to Hell de ACDC).
Caería en pleonasmos aburridos y sosos si prolongo esta crónica. Fue la reunión de dos grandes tocando en grande. Los superlativos sobran. Un sueño más cumplido. Mil personas creo que piensan parecido.
Resta agradecer a la gente de la organización: Star Sound, Futuro Records Ltda, a la gente de la logística, a la gente de Aguapanelas por facilitar todo. 10 puntos. Sonido y show: mil puntos. La historia no miente. La mágica noche en que un sueño se cumplió, el resto es silencio…
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