Por: Javier Barrero
lemuroculto@yahoo.es
El día anterior unos desmembrados me pasearon por un jardín lleno de ataúdes bajo un cielo rojizo sangriento, esta vez me enfrentaba a otras dos leyendas, cada una en su estilo.
Ocho guardianes hicieron antesala y rindieron honores. Domingo 28 de septiembre, Metalmanía 2008, con cabezas de cartel únicos: los estadounidenses Vital Remains y los germanos Destruction.
Casi eran las tres de la tarde cuando las heavies Highway comenzaron su tributo. Estas cuatro mujeres cada vez consolidan más su carácter de verdaderas guerreras del metal, por encima de cualquier tipo de prejuicio.
El Downtown Majestic les saludó respetuosamente, descargaron temas que estarán incluidos en su álbum debut, próximo a salir. Para ese momento el público ya estaba acomodado y esperaba ansioso el ritual. Un adelanto de lo que será Highway en cd. Buen comienzo. Le siguieron las bandas Arteus, Obliterated y Euphorbia Mortus, buena guardia de honor.
Para ese momento ya casi todos los metalmaniacos estaban adentro, cerca de mil testificaron el ritual. El turno fue para Sigma, un grupo que hace música técnica, sin que se pueda o deba etiquetar, se podría decir para ubicar al lector, progresivo. Tuvo gran respuesta del público la versión de Master of Puppets de los reinventados Metallica. Ablepsia es un grupo experimentado, lo demostró en tarima, metal contundente, brutal, con el paso de las bandas el sonido mejoraba ostensiblemente.
Consideración aparte merece Herejía, una banda de la cual no se sabía mucho hace rato y descargaron de una manera única, aunque el sonido les jugó más de una mala pasada. Buen regreso.
Para terminar de homenajear a las leyendas qué mejor guardián que Soulburner, una pesada aplanadora liderada en las voces por Diego Melo, sentado en la batería Alejandro Rojas, guitarra a cargo de Bernardo García y bajo por cuenta de Ricardo González. Tremenda actitud. Mejor no pudo cerrar el capítulo nacional.
Mientras los guardias descargaban, por el pasillo paseaba un personaje de bastante peso: el señor Tony Lazaro, guitarrista rítmico de Vital Remains, por supuesto nadie quería desaprovechar la oportunidad de plasmar en imágenes semejante encuentro.
Minutos después Vital Remains empezó a descargar. Impresionante. Lo particular en este grupo, además de ser muy bueno, es el hecho de que son unos músicos quienes graban los temas y otros quienes los tocan en vivo. Me explico: graban Glen Benton, voz y bajo, Dave Susuki, guitarras, baterías y Tony Lazaro, bajos y guitarras. En directo acompañan a Lazaro: Gator en el bajo, Kaish Doane en la batería, Scott Wily en la voz y Eric Sagardia en la guitarra líder.
El señor Sagardia, simplemente alucinante, un excelente guitarrista que se atreve a hacer arpegios. ¿Arpegios en una banda de Brutal Death Metal? Si. Los ejecuta muy bien. Mis respetos. Los norteamericanos descargaron temas de algunos trabajos, principalmente del Dechristianize y del Icons of Evil. 60 minutos de brutalidad absoluta.
Hablar de los teutones Destruction simplemente es repetir lo que se sabe muy bien, sobran los epítetos positivos para esta banda que gusta demasiado en Colombia. Es una epidemia universal, al parecer.
“Curse the Gods” comenzó el ataque, Schmier sonreía al ver a los maniáticos cabecear, no se cansaba de repetir que era la cuarta vez que tocaba en Colombia. Si algo del cuello había quedado bien después de Vital Remains y los ocho guardianes, Destruction se encargó de destrozarlo. Siguió “Nailed to the Cross”. Del más reciente trabajo D.E.V.O.L.U.T.I.O.N. el tema homónimo. Siguió atacando con “Mad Butcher”. El cuello merece alguna consideración, señor Schmier. “Eternal Ban”, después el clásico “Life Without Sense”.
‘Este tema es un tributo a los verdaderos fans del metal’, algo así dijo para presentar “Metal Discharge”. La lista de temas soberbios continuó, sólo para mencionar el cierre de los 65 minutos de actuación de Schmier, Marc y Mike: “Bestial Invasion” y “The Butcher Strikes Back”.
Siete horas dedicadas por completo a rendir tributo al metal. Los guardianes, a la altura. La producción del evento, muy buena. Los invitados extranjeros, insuperables. Auténticos iconos de maldad y destrucción.
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