Por: Hernando González. Especial para www.fortindelcaballero.com
Increíble el momento en que Adriana Monrroy me hace la invitación al concierto de In Flames, desde un país que nos aleja físicamente, pero que de alguna manera, hace que los sentimientos se afiancen como si nos viéramos todo el tiempo.
Desde el momento en que llegué, noté que ya había entrado una cantidad nutrida de asistentes. Me dispongo a ver como está funcionando todo para saber que paso seguir, desde allí afuera se escuchaba a Perpetual, banda bumanguesa que ya antes había hecho el opennig a una banda, que en algún tiempo compartiera integrantes con In Flames: Dark Tranquillity, después, Brand New Blood, ellos, con su música, hicieron familiarizar al público con el evento.
De alguna manera, se respiró un poco de enojo (desde la óptica de los fans inaudito) porque todas las personas que tenían ticket para localidad "General" estaban dentro, mientras que los que habían pagado por VIP esperaban fuera; la espera se prolongó por un lapso aproximado de 30 minutos, después de unos ajustes logísticos, logramos entrar. Allí, me encuentro con rostros familiares; encontré "camaradas" a los cuales la música nos "moldeó" como a hombres de arcilla, personas que "crecieron" conmigo, personas con las que alguna vez compartí escenario, gusto por la música, banda, "hermandades web" cambios y varias cosas más. Es asombroso como la música, logra el efecto de filtro, éramos pocos, tal vez 1000 0 1100 en total (comparados con un show de Iron Maiden) pero estaban los amigos, con los que pasamos nuestra pubertad escuchando el que tal vez fue el primer álbum de In Flames que se escuchó en éste país: " The Jester Race" de 1995, del cual creo (y sé que muchos piensan como yo) nos quedaron debiendo, al menos, una canción ("Artifacts of the Black Rain" o, porque no, "December Flower").
Me ubiqué en un lugar cerca del escenario, pero con pocas ventajas respecto a la acústica; las primeras tres ejecuciones tuvieron problemas de sonido, en adelante, hubo una mejoría notable… "Carajo, hace falta Jesper; no hay felicidad completa" decíamos entre los amigos, y se escuchaba (a modo de queja) entre la multitud. El rumor, fue que Jesper decidió internarse para alejarse del licor, justo antes de empezar el tour por Latinoamérica; Jesper fue reemplazado por uno de los guitarristas de Passenger: (espero no equivocarme) Niklas Engelin, Niklas, hizo un "reemplazo" muy digno de Jesper; pero vaya si nos hizo falta. Anders Fridén hace una intermisión para anunciarnos que viene una canción del "Lunar Strain" que fuera su primer álbum en 1994 "BEHIND SPACE" en ése momento, prácticamente enloquecimos, yo entré en shock, es una canción especial para mí, interpreté ése cover junto a Fury of Fire en varias ocasiones y, todos sabemos que cuando una banda decide hacer un cover, es porque ésa canción, realmente les encanta. Las fibras más profundas se movieron escuchando: "Episode 666", "Trigger", "Cloud Connected", "Colony". Anders interviene, y de una manera no "Obscura" pero si muy divertida, presenta a la banda, poniendo a cada uno algo divertido, después dice: "scream for me women (muchos reímos)… "This is a love song, Take this Life" del álbum "Come Clarity" y lanzan sobre nosotros éste tema que dista mucho de las canciones de amor… Por último "My Sweet Shadow" así se cerró el show, pero a todos nos quedó algo de "hambre" por más canciones, y más, después de esperarlos una década. Fue entonces uno de los conciertos más esperados por mis contemporáneos… "The dream come true" Frase con la que me atrevo a decir que nos identificamos todos los asistentes al show.
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