Y volver, volver a la biblioteca otra vez
Visitamos algunas de las bibliotecas de la Red para conocer la opinión de usuarios y funcionarios en sus primeros días de reapertura.
Bien dicen que los libros son guardianes de la memoria. Han influenciado, han revolucionado e incluso han sido señalados como prohibidos, conspiratorios y hasta peligrosos. Lo cierto es que los libros siempre han estado presentes en la historia de la humanidad, ellos nos ofrecen la posibilidad de viajar, conocer, vivir, son puerta, son medio, son posibilidad.
Es por ello que las bibliotecas son centros culturales y de acceso al conocimiento de gran importancia para Bogotá y su reapertura es la máxima expresión de una nueva realidad esperanzadora.
El pasado martes 1 de septiembre 20 bibliotecas públicas de BibloRed volvieron a abrir sus puertas a los ciudadanos bajo estrictos protocolos de bioseguridad. “A alguna persona que no tenga paciencia le parecerá incómodo, molesto, pero es por la seguridad de todos”, aseguró Jhon Jairo Díaz, usuario de la Biblioteca Pública Puente Aranda.
Muy ciertas fueron sus palabras ya que la toma de temperatura, el proceso de desinfección y la encuesta que se debe llenar al ingresar a cualquier biblioteca de la Red, son pequeñas pero muy importantes acciones para prevenir el contagio del virus que nos alejó durante tantos días.
Bienvenidos a casa
Los auxiliares, coordinadores, técnicos y demás trabajadores de BibloRed estaban a la expectativa de regresar, encontrarse con la gente y crear un ambiente cómodo y seguro para esta nueva realidad. Como afirmó Milena Valencia, Coordinadora de la B.P. Puente Aranda, “una biblioteca sin usuarios no tiene sentido. El contacto con las personas lo es todo”.
Fueron cerca de 3.000 visitantes, niños y adultos, los que recibió BibloRed en su primer día de reapertura, uno de ellos fue Esteban Almanza, quien apenas supera los 10 años de edad y regresó emocionado a la sala infantil de la Biblioteca Pública Manuel Zapata Olivella – El Tintal. “Lo que más extrañaba de la biblioteca eran los juegos como ajedrez o parqués”, afirmó mientras ingresaba.
Allí también estuvo Milena con su pequeña hija, y aseguró que extrañó mucho la biblioteca porque “es un espacio muy tranquilo y nos gusta muchísimo la lectura. Hemos extrañado los cuentos, los juegos y compartir en familia, que es lo más importante”.
En nuestro recorrido también escuchamos a Alejandro Castillo, usuario de la Biblioteca Pública Las Ferias, quien extrañó profundamente “el acceso a los libros, a internet y sobre todo interactuar con las personas que normalmente frecuentan las bibliotecas”.
Y es que en la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá se realizaban al mes más de 1.300 actividades para todas las franjas etarias, no solo en los 128 puntos de lectura con los que cuenta, también en espacios de extensión en ruralidad, plazas de mercado y espacios de alianza con otras entidades del Distrito.
De todos y para todos
Esteban, Milena, Alejandro y todos los visitantes pudieron ingresar sin preocuparse por el pico y cédula y con la tranquilidad de que el material bibliográfico que se está devolviendo pasa por una cuarentena de 14 días mientras que el que se está manipulando dentro de los espacios, se va durante 72 horas.
Las salas generales, infantiles y de cómputo están habilitadas con las respectivas limitaciones de distancia, mientras que las salas de video y audio, de capacitación y auditorios no están disponibles por ahora.
En la nueva realidad BibloRed sigue asumiendo la responsabilidad de abrir sus espacios para la lectura, la escritura y la creación. Es por ello que la estrategia BibloRed en mi casa con la que en el aislamiento se entregaron más de 11.000 materiales a domicilio y los usuarios pudieron disfrutar 537 talleres y conversatorios en plataformas virtuales, continuará activa.
“La biblioteca siempre ha estado, es un hogar, un espacio para que se puedan encontrar con los libros, con la lectura. Los esperamos nuevamente acá”, puntualizó Milena Valencia.
FUENTE : BIBLIORED
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