Por estos días la numerología y, especialmente la Kabbalah (parte de la cultura hebrea, considerada por unos arte, por otros ciencia), ha cobrado especial relevancia.
Lo ha hecho porque algunas religiones consideran que hoy, 6 de junio de 2006, es la fecha en la cual nacerá el anticristo y será el principio del fin. Veamos: Juan, el apóstol, condenado al exilio, escribió en la isla de Patmos, las Revelaciones, más conocidas como el Apocalipsis, una serie de textos que al parecer fueron producto de un sueño del apóstol o una revelación, en la que, entre otras cosas decía que la marca de la ”Bestia”, era un trío de 6, y quien tuviese ese número en la cabeza, sería el destructor del mundo.
Valga la pena decir que no he comprobado personalmente que alguien porte esta señal, pero no hace falta hacerlo para darme cuenta que existe más de un personaje que quiere destruir a la humanidad, entendiendo destruir como dominar, entonces, señores, el anticristo (o los anticristos), hace rato andan entre nosotros, se visten de corbata, de sotana, hablan bonito, son expertos en el manejo de las palabras, demagogos, fundamentalistas.
Una cultura como la china, considera esta fecha favorable, pues según ella, 6+6+6 = 18, 1+8=9, el 9 es un número de abundancia, prosperidad, luego vemos que son unos cuantos los que atemorizados, atemorizan a la masa sobre las posibles consecuencias de esta “fatídica” fecha. No hay tal. Vivimos rodeados de anticristos, unos los adoran, les temen, les obedecen. Lo peor es que no se dan cuenta, o no quieren darse cuenta.
Otro caso de números ‘polémicos’ en personajes célebres es el del arquero del Juventus de Turín, Pier Luigi Bufon, quien al pasar del Parma al equipo de Turín, decidió utilizar un buso con el número 88, inmediatamente los italianos, más papistas que el mismo papa, le ordenaron que no utilizara ese número, pues según ellos el 88 es el equivalente al saludo nazi (la h es la octava letra del alfabeto, dos ochos, dos haches: Hail Hitler). El pobre Bufón no tuvo más remedio que usar un número más convencional.
Otros personajes, más ‘vanguardistas’, consideran que la verdadera bestia es la desbordada ambición de unos cuantos por someter a la gran mayoría. Estos señores encontraron un medio para controlar a la humanidad: el dinero. Bestia = dinero. Interesante.
Esta no es una diatriba para los que creen en este tipo de coyunturas, simplemente es una visión imparcial de una fecha tan normal como cualquier otra.
Peco por falto de originalidad al ‘robar’ el título de este editorial a la excelente banda de Thrash californiana Sacred Reich que en su clásico LP “The American Way” tiene un tema que lo resume todo: “¿Who’s to Blame? (¿Quién miente?)”.
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