No es posible que ante causas nobles que ayudan a enriquecer el conocimiento de nuestra gente como lo es el desarrollo de proyectos como un concierto sinfónico, se nieguen a apoyar al artista y no se den cuenta del compromiso que éste tiene con su público. Plata si hay para armas y proyectos políticos viciados por el consumismo. No la hay para el progreso cultural de un país que necesita crecer con el teatro, el cine, la poesía y la música. Siempre le toca a las personas, las bandas de rock y Metal, los cuenteros, los cineastas, los movimientos y empresarios independientes, etc., meterse la mano al bolsillo, sacrificar sus cuentas bancarias y bienes, para cumplir con su palabra porque infortunadamente el Gobierno no es honesto con el arte y siempre se queda en falsas promesas.
Ya es hora de abrir nuestra mente y no dejarnos meter más los dedos a la boca con la manipulación que ejercen los grupos económicos del Estado, al saturar la programación de televisión, con novelas de alto rating, realities, noticieros con imperios de manipulación y mentiras, que disfrazan una guerra sin sentido de nunca acabar, para apoyar lo que sí nos hace crecer que es la cultura.
El Fortín del caballero negro exalta a aquellos que todavía respetan sus valores y principios políticos, al querer salir de las nagûas de un Estado mediocre y corrupto, para que se pongan la mano en el corazón y vuelvan a darle la mano a los festivales de rock como Rock al Parque o perdón "Metal sin parque", con incentivos y el famoso presupuesto nacional bien repartido, cuya dirección debería ser el fomento del espacimiento y la sana diversión de la gente, con espectaculos públicos de alto nivel que permitan acabar con el hambre cultural, por obra y gracia de un gobierno sin palabra.
Por: Alejandro Barbosa Valderrama
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