PAUL GILLMAN: BRAVO GUERRERO DEL SUR

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Por: Alejandro Barbosa Valderrama.
Fotografía: Fernando Gómez
Especial para: www.fortindelcaballero.com

Un niño solitario observa un canal de televisión mientras su mamá trabaja para llevar el sustento a casa. Queda impactado cuando ante sí se presenta un especial de los MONKEES, una banda que de alguna manera trató de emular a los BEATLES aunque sólo por su forma de vestir y presentarse ante la cámara, pues ellos eran básicamente modelos y no músicos. Esa es la sensación que recibe por primera vez este chico venezolano que quizás nunca imaginó que esta banda significara tanto para él y llegara a motivarlo de tal manera que hoy es un consagrado artista de rock nacional que lleva en su haber 30 años de carrera. Además, este hombre fiel seguidor de la revolución, es defensor de la libertad de los pueblos y en su país aplica sin ningún reparo ni temor alguno los anhelos del libertador Simón Bolívar. Quizás esa sea la razón que más lo mueve a ser seguidor de la causa de Hugo Chávez y enemigo número uno de la oligarquía en su país. También contendor del que muchas naciones llaman “el policía del mundo”, Estados Unidos. El público en sus conciertos palidece y siente un verdadero escalofrío al escuchar las sesiones de horror de Paul Gillman, contador de historias, mitos y leyendas de Venezuela; quien con su voz desgarradora estuvo presente en dos conciertos de fin de semana, junto a KRAKEN y ARKÁNGEL, en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán en Bogotá.

Luego de tener en PERFILES a dos leyendas del rock como Juan Gallardo, vocalista de la agrupación ÁNGELES DEL INFIERNO de España y Elkin Ramírez, vocalista de KRAKEN llega el turno de un bravo guerrero, quien nunca se dejó timar ni comprar por promotores que quisieron convertirlo en una estrella de pop mundial como Rod Stewart, Miguel Ríos, Michael Jackson, etc. Quizás trató de ocurrir en algun momento de su vida después de ARKÁNGEL, con esos tres inolvidables trabajos “Árkangel”, “Rock Nacional” y “Represión Latinoamericana”. Le pintaron un mundo de mentiras que para bien de los amantes del heavy rock nunca siguió, sino por el contrario Gillman tiro a la caneca de la basura. En las reseñas de su vida esto es apenas un referente porque un buen discípulo de ALICE COOPER no se podía entregar a intereses económicos de empresarios locos sedientos de dinero que se quisieron aprovechar de él y jamás lo consiguieron. EL FORTÍN DEL CABALLERO NEGRO agradece la gestión de Camilo Gutiérrez para poder llevar a ustedes esta entrevista del mes de junio con el artífice de “Levántate y pelea”, “El guerrero”, “Escalofrío”, “El regreso del guerrero”, “Cuahtemoc” y otras joyas musicales. Sin más preámbulos, Gillman.

Alejandro Barbosa: Nacido en la ciudad de Caracas en el año de 1960 y luego radicado en Valencia, ciudad que muchos llaman la capital del rock en su país saludamos a Paul Gillman. Un honor tenerlo aquí en este espacio que busca rescatar la parte humana del artista. ¿Cuéntenos un poco sobre su infancia?

Paul Gillman: Muchas gracias Alejandro. Al principio de mi vida era un niño solitario como muchos, con madre soltera trabajadora. Muy entrado en mi propio mundo hasta que un día en un canal de televisión pasaron una serie de los MONKEES que era lo que los gringos de alguna manera querían emular de los BEATLES. Sin embargo eran modelos nada más y aunque decían que tocaban no era así. Eso me impactó automáticamente. Le dio un sentido a mi vida. Ellos fueron mi imagen paterna. Los MONKEES para mí significaron todo y la compensación que mi madre tenía si yo sacaba buenas notas cada mes, era comprarme un disco de esta agrupación. Los sábados al medio día me llegaba con el disco de los MONKEES. Hasta que por cuestiones de casualidad ella vio en la portada de un trabajo a unos “mechudos” pero no sabía que era mi banda favorita sino CREAM. ¡Imagine usted el salto de los MONKEES a una de las bandas que creó el heavy rock en el mundo! Eric Clapton, Ginger Baker y Jack Bruce. Hace poco se reunieron. Por supuesto el golpe sónico fue brutal y comencé a escuchar el heavy desde sus raíces más profundas. Hablamos del año 1968.

AB: ¿Hubo otra figura paterna que no hemos mencionado aún. Puede usted citarla?

PG: Por supuesto. Era un primo mío que se llamaba Pedro Pizzi que estaba en la capital Caracas y quien también venía una vez al año a verme durante los dos meses de vacaciones escolares junio y julio. Ese era otro premio si me iba bien con las notas. Pese a que era un joven adulto quien ya tenía sus novias y sus cosas me hacía mucho caso, me acompañaba y me enseñaba astronomía, veíamos películas de ciencia ficción. Algo curioso es que al momento de descubrir a CREAM otra causalidad es que llego a casa de mi primo Pedro y cuando bajo del auto escucho un sonido cada vez más fuerte acercándome a su cuarto. Cuando abro su habitación resulta que estaba tocando batería. Tenía el cabello largo y andaba con un trío, un bajo, una guitarra y una batería como CREAM. Además tocando canciones de Jimmy Héndrix. Con una decoración de afiches de los más importantes en ese momento como: JEFFERSON AIR PLANE, LED ZEPELIN, EMMERSON LIKE AND PALMER, etc. Ya estaba un poco más adentrado hacia el año 69 y principios de los setenta. Fue entonces cuando dije “llegó la luz a mi vida”. De ahí en adelante cambió todo y me convertí en un coleccionista acérrimo y un estudioso del rock desde sus raíces más profundas hasta que un día decidí que esos afiches y esos discos los iba a hacer yo mismo, es decir quería aparecer en las carátulas y ser el protagonista de su contenido musical. Me lo propuse al caminar en las calles de mi ciudad. Escuchaba los garajes donde sonara música, tocaba en las puertas y veía quien me dejara entrar cuando había un grupo en acción hasta que un día una banda me dejo pasar y resultó que al baterista lo habían reclutado para el ejército. Quedó el instrumento solo y eso era justamente lo que yo hacía cuando mi primo no estaba. Agarraba la batería de una manera rudimentaria, sin embargo aprendí y me dieron el puesto. Luego regresó el chico de la milicia porque ya había cumplido su tiempo allí. Como era una banda instrumental de entrada quedé sin trabajo. “Concha”, recuerdo como ahora las canciones que interpretaban. Una era “la banda viajera” CREDENCE CLEARWATER REVIVAL y la otra “No more mister nice guy” de ALICE COOPER, canción que todavía llevo conmigo, “Tiu mother down” de QUEEN y “we are and american band” de GRAND FUNK RAILROAD. Esos cuatro temas los estábamos ensayando y de repente les dije “vale pero si yo me las sé. Si quieres dame las letras”. Ese día cambió la historia, deje los palitos de la batería para agarrar un micrófono y de ahí nunca más cambió.

AB: Es notable la fuerza de su técnica vocal en términos del heavy en español y se nota una evolución y trabajo, si comparamos temas como “El vagón de la muerte”, “Nada es eterno”, etc., con su anterior banda ARKÁNGEL con “La serenata del estrangulador”, “La sayona”, “El hachador” o “pobre diablo” de GILLMAN. ¿Quiénes fueron sus mentores para llegar a esa desgarradora voz tanto en estudio como en vivo?

PG: Mis maestros fueron David Byron, cantante de URIAH HEEP y Ian Gillan de DEEP PURPLE. Con respecto a Gillan tuve la oportunidad de cantar con él “Smoke on the water” en la tarima en mis 15 años de carrera artística, Robert Plant de LED ZEPPELIN y Ozzy Osbourne. Ellos fueron mis profesores directos en cuanto al canto. Luego siguió Steven Tyler de AEROSMITH. La otra parte fue la imagen. Para mí fue muy fuerte con Alice Cooper. Este señor me marcó en la parte corporal, de puesta en escena y presentación de vestuario. Él fue el primero en tener una banda de cabello largo. Bien abundantes todos en cuanto a eso. Las botas, el cuero negro, las tachas. El show del horror... Yo soy un fanático de ciencia ficción, sobre todo de la época de los años 50. Del blanco y negro, de los cuentos de terror y para mí Alice Cooper representaba todo eso. El niño solitario que yo era. Esa salida del cascarón o salida del clóset Alice fue quien me inspiró. Con el tiempo también descubrí la figura de Jim Morrison, con la cual también me identifiqué bastante. Y viene KISS en los 70 que es lo que me conduce a una tarima por primera vez. Hacer el papel de Gene Simmons. Eso fue exactamente un día de las madres por allá en mayo de 1977. Hace 30 años de eso. De ahí que cuando departíamos en camerinos escuchamos a la gente que gritaba KISS! KISS! Sentimos el honor que hicimos un buen tributo pero no éramos nosotros. Les dije a los muchachos “pasemos esto como la primera experiencia pero esto no puede seguir así. Vamos a buscar una identidad y un nombre propios”. Fuimos buscando nombres hasta que ganó “Powerage” de AC/DC porque ese era el disco que estaba en furor en aquel momento y me impactó la fuerza de aquella banda australiana y el nombre era la era del poder. Todos teníamos 16 y 17 años. De modo que adoptamos el nombre POWERAGE y comenzamos a rodar durante tres años de manera artesanal, sin radio, sin disco, sin nada. De ciudad en ciudad, de teatro en teatro y con nuestra música nos creamos una fama y una reputación. Hasta que fuimos descubiertos por Alfredo Escalante y una disquera hasta llegar a llamarnos EL ARKÁNGEL. Esta etapa fue fundamental para nosotros porque allí decidimos cambiar las letras del inglés al español y cantar todo en nuestro idioma. La historia cambió de forma radical.

AB: ¿Cuál es la razón para que sólo usted participara en tres discos con ARKÁNGEL?

PG: Existía la posibilidad de renovación. Entró una época de crisis con ellos. La banda andaba buscando una cosa de jazz y pop. Lo mío es el heavy rock. Es mi vida! Pasó que yo no lo soporté. Cuando yo descubrí una noche por pura casualidad, cuando iba de camino, a la casa de los hermanos Picozzi que era donde nosotros teníamos los ensayos, escucho una música dentro del estudio, entro y veo un tecladista tocando y “Asesino” la estaban destruyendo. Comercializar un tema que para Venezuela era como decir el “Paranoid” de BLACK SABBATH. Un clásico! No tocar ese tema en un concierto de GILLMAN era tener problemas. Yo consideré eso un acto de traición. Después de que yo creé el grupo. De hecho convencí a los hermanos Picozzi cuando estábamos en el liceo y los convertí hacia el rock porque sus sonidos eran la salsa y esas cosas, para que después me engañaran. Fácil! Di la vuelta la manzana y del otro lado existía un fanático que iba a todos los conciertos de ARKÁNGEL. Su nombre es Ernesto Ferro. Él en aquel entonces ya había aprendido a tocar la guitarra. Con él de la rabia creo que compusimos el disco más emblemático hasta la salida del “Escalofrío” que fue “Levántate y pelea”. La historia la conté recientemente y es que muchas de las canciones contenidas en “Represión Latinoamericana” se hicieron gracias a la rabia de ese álbum en el cual se destacaron temas como “El corazón del rock pesado” y el homónimo “Levántate y pelea”. Todavía quedaba un disco por hacer para mi anterior banda que estaba metida en el cuento comercial. Ellos pensaban que con ese tercer trabajo se iban a llenar de dinero y para evitar eso hice un sacrificio, una transferencia bancaria de tres temas que iban a ir en “Levántate y pelea” y me las traje para El ARKÁNGEL para que este tecladista no fuera tomando ventaja y agarrando mucho espacio en ese disco y no lo fuera a destruir. Además de que no se dijera que yo todavía estaba en esa formación cuando ellos venían en picada. Ahí fue donde yo le transferí “Represión latinoamericana”, “El desempleado” y “Los gusanos del poder”. Son las canciones más duras del disco y con alto contenido socialista que es lo que siempre he pregonado en mis líricas. Y ‘Levántate y pelea’ realmente se convirtió en un EP de siete canciones porque las otras tres usted ya sabe donde están. Cuando me voy de la banda se cumplió el sueño de Salvador Pérez porque al decirle que salía de ARKÁNGEL noté cierta sonrisa burlona en él. Desde que apareció este señor no quería ni siquiera que existiera la banda. Él decía que me quería convertir en un Miguel Ríos o Rod Stewart, es decir en un solista de una vez, sin pasar por ÁRKANGEL. Toqué la puerta de Salvador y le dije “tu sueño se hizo realidad. No voy a seguir con la banda”. La nueva agrupación se llamó GILLMAN un poco inspirada en VAN HALEN con sus hermanos al igual que OZZY con cada uno de sus trabajos. Para seguir de alguna manera con cierto concepto de banda que no me gustaba que se rompiera. Más adelante habían algunos detalles en el contrato, en las cuales se podía optar por un disco mas. Yo logré el primero que ya mencioné aquí. Dos discos simultáneos y es más, primero hice “Levantate y pelea” y luego si “Represión Latinoamericana”. Inclusive se usó el mismo ingeniero y el mismo estudio. De ahí que la historia se convirtió en otra cosa hasta lo que el público conoce hoy por artículos de prensa, reseñas oficiales o por la tecnología de la internet.

AB: En la actualidad se incluyen tracks de “Escalofrío” en discos que originalmente no contuvieron estas canciones como por ejemplo “El guerrero”. A qué atribuye usted esto?

PG: Hay una confusión que se da gracias a una empresa pirata que edita mis discos en Colombia. Nunca me pidieron permiso ni nada, sin embargo, les agradezco porque mis discos en acetato jamás fueron transferidos al cd en Venezuela. Yo tengo esa colección en mi casa gracias a que esa compañía pirata los sacó en su país (risas...). Pero el daño que ellos hicieron porque no lo terminaron de hacer bien. ¿Qué razón no los motivó a piratear “Escalofrío”? ¿Quién sabe? El disco de “El guerrero” llegó hasta “no inventemos mas”. Todo lo que ellos pusieron en extra tracks son parte de lo que fue la obra “Escalofrío”.

AB: ¿Hablemos de la obra “Escalofrío” y qué ingredientes manejó?

PG: En la obra “Escalofrío” se intentó mezclar la tradición oral de boca en boca, de los cuentos de horror venezolano que son muy buenos como los de Colombia o Brasil. Y se parecen mucho porque hay muchos espantos que son comunes. “La sayona” para ustedes puede ser “la llorona”. Y en Venezuela existe un locutor que se llama Porfirio Torres, quien durante más de 30 años ha sido la voz de nuestro insólito universo. Es un micro que se fue colocando en muchos programas donde hacían cuentos de terror o de misterio, de ovnis, etc. Para que esta obra tuviera credibilidad y lograra recordación oral, de la narración que de boca en boca se le ha dicho al campesino y que luego se convirtió en tema de rock, la persona indicada fue Porfirio Torres. No existía otro en Venezuela. Lo contacto a él y siendo folclorista yo pensé que su respuesta podía ser que con el rock no quería comulgar. A veces los folcloristas tienen ese problema. Sin embargo, el tipo asintió y se logró la conjunción. Luego que tuvimos la voz, el cuento y la canción, nos inspiramos en hacer como programas de radio con animación y de ahí nació “Escalofrío”.

AB: Hay un antes y un después que se puede apreciar con el álbum “Cuahtemoc” a lo que fue esa primera parte de Gillman. Un nuevo rumbo después de 10 años. ¿Qué pasó?

PG: Pasaron como usted dice 10 años de confusión y mucha represión contra el rock. De salir a la calle, buscar trabajo y no poder hacerlo a través del rock, sin embargo siempre mantuve el programa de radio. Fue la conexión que quedaba con la gente. También tuve algunos coqueteos en televisión donde la gente comprobó que estaba vivo. Se hicieron conciertos cada vez más esporádicos hasta que se pudo revir todo y en el disco “Cuahtemoc” que es cuando Venezuela entró en un momento de crisis, golpes de estado, paros, etc., dije ahora es cuando Paul Gillman tiene que reafirmar todo lo que había expresado antes. El hecho de esconderme ahora sería como haber mentido durante tanto tiempo. Ahí fue donde yo salí a la televisora nacional a defender al presidente de la república Hugo Chávez. Eso era un acto de heroísmo porque lo podían matar a uno por eso. Yo salgo allí pese a que había un paro petrolero patronal que eso no existe. Cuando se hace un paro es porque los trabajadores necesitan reivindicaciones pero no que los patrones los paren entonces ellos pararon la industria petrolera nacional. Con medio tanque de gasolina fuimos hasta Caracas y tocamos “Imagina Venezuela” que es “Imagine” de John Lenon pero en español tratando de llamar a la cordura a la gente y evitar una guerra civil que estaba en puerto y defender al presidente. Si hubo un antes y un después porque hay se vino la gran división que hay en Venezuela en este momento y yo me enrolo en las tropas por las cuales siempre he creído. Sin embargo, lejos de ser un problema eso me ayudó bastante porque el gobierno revolucionario me comenzó a dar muchos espacios donde yo podía expresar eso que había dicho en televisión y nos fuimos de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad, en sitios donde jamás habían visto una guitarra eléctrica y fuimos llevando el rock por todos lados. Tocamos como nunca antes en los 10 años anteriores juntos. Fue como una reconquista y un renacer de Gillman.

El disco “Cuahtemoc” fue el principio de todo eso. Un trabajo de mucha conciencia universal. Se habló de la contaminación, de la nueva era, de la ola crece -esta última era la ola de cambios que se avecinaba en Latinoamérica- “El avestruz” que habla del político corrupto que esconde la cabeza. Es fuerte ese trabajo y “el guerrero ha regresado con su espada en su sitial para nunca rendirse y sabes que nunca jamás”. En algunas de mis canciones me auto defino porque claro ya entramos en pleno siglo XXI partiendo del siglo pasado hay notas que dicen así: “osando alma con alma atravieso los siglos ayudando a mis soldados a continuar de pie. La lucha no ha terminado pero si tengo una misión conquistaré banderas”. De ahí que comenzó una etapa en la que tocamos como nunca antes. Más que con ARKÁNGEL en aquellos primeros discos.

AB: ¿Cómo fue lo del homenaje a Alí Primera?

PG: Hay un trabajo que es “El despertar de la historia” donde se hizo un homenaje a Alí Primera que fue el cantor del pueblo y quien supuestamente murió en un accidente en los años 80 y se retomaron las canciones más emblemáticas y proféticas de este músico, quien no alcanzó a ver la revolución que siempre soñó vivo y transferimos al rock, al blues y al rock and roll todos sus temas. Ahí terminó de explotar todo y se relanzó el fenómeno Gillman con amor y odio.

AB: El heavy rock es un fenómeno que nunca partió como alguna vez tuve la oportunidad de escribir en la introducción de un artículo para la sección “Grandes clásicos del rock” junto a un colega mío en el portal www.fortindelcaballero.com ¿Usted arrancó también festivales bajo el sello de Gillman cómo fue eso y los records que se han batido con estos eventos?

Eso que usted menciona es muy simpático como también el hecho de iniciar una serie de festivales a los cuales llamé GILLMAN FEST. Precisamente en el último de estos invité a KRAKEN y RATA BLANCA. Ese fue el quinto festival que congregó a más de 60000 personas que rompió un record de asistencia de todo tipo en cuanto a eventos de rock en Venezuela se refiere. Allí tuve la oportunidad de interpretar con Elkin Ramírez el tema “Hijos del sur” que me gusta mucho. Es importante anotar que durante los primeros 15 minutos del concierto batimos el primer record de un concierto realizado hace años que se llamó Festival Iberoamericano de Rock al principio de los 80’s en Venezuela con una asistencia de 25000 personas. Este Concierto muy recordado tuvo a LOS PERICOS y a SODA STEREO en un autocine abandonado. Luego conforme pasó el tiempo logramos sobrepasar con GILLMAN FEST 2007 el evento de GUNS N’ ROSES realizado en mi país, con una asistencia de 36000 personas en aquella oportunidad. Cuando KRAKEN estuvo en tarima llegamos a las 60000 personas. Verdaderos soldados y guardianes del metal reunidos en un concierto gratuito, amparado y financiado por el propio estado venezolano que cumplió con una deuda social de más de 40 años de persecución, represión contra los jóvenes. Nos cortaban el pelo, nos decomisaban las botas, las correas, en fin... Y una manera de saldar esa deuda son los festivales Gillman Fest. Que son itinerantes porque comenzaron en Carabobo que es mi ciudad, más sin embargo, se están dando a conocer en otros estados como: Caracas, Puerto La Cruz, etc.

AB: Para los simpatizantes suyos que coleccionan su música sería interesante saber cómo llegó usted a Derek Riggs, el autor de las portadas de Eddie de IRON MAIDEN?

PG: Yo soñé siempre tener una carátula con Derek Riggs y gracias a la magia de la internet se hizo con la figura de Guaicaipuro Cuahtemoc, el último guerrero azteca. Empezamos a escribirnos y le expliqué que quería que fuera un indio con todas las raíces pero que a su vez este señor representara a todas las etnias. Derek Riggs le puso entonces un sombrero maya, un escudo azteca. Le fuimos buscando todo entre los dos. Yo lo quería revivir como si saliera de la tierra luego que 500 años han sido suficientes de colonización y de explotación. Él mismo se emocionó con el disco hasta el punto de lograr la portada que hoy ustedes pueden apreciar. Como dato especial cabe destacar que dentro del contenido de este disco aparecen un tema de ARKÁNGEL, “Castillo sobre el mar”, uno de TÉMPANO “ El esequibo”, otro de LA MISMA GENTE “Pobre diablo”, y otro de LA RESISTENCIA “ Así eres tú”. Los tocamos nosotros como a manera de recordatorio porque son cuatro bandas reconocidas que aún sobreviven. Y aparte de eso está el track de BARÓN ROJO “Resistire” cuando vino a Venezuela que también guarda una anécdota especial y es que yo estaba en camerinos. Cuando llegó el turno de subir a tarima junto a los hermanos de Castro, a interpretar con ellos ese tema, pues simplemente no alcancé a escuchar de primera el llamado por mi ubicación y vine corriendo hasta alcanzarlos en el escenario. Al final se pudo cantar, se logró incluir en “Cuahtemoc” y ya está.

Pasaran los años y este soldado del metal seguirá enarbolando una bandera que nunca mientras él viva dejara de ondear. Paul Gillman, bravo guerrero del sur, es hoy por hoy una leyenda que pasará a la historia como el líder de un movimiento revolucionario que nunca morirá: el rock nacional.

Agradecimientos especiales al mago Elkin Ramírez, líder y vocalista de la agrupación KRAKEN, Camilo Gutiérrez, manager de KRAKEN, Andrés Vallejo, director de “Ritmos y rock” de LAUD STEREO 90.4 FM, Rocío Acosta, coordinadora de logística de KRAKEN, ARKÁNGEL y GILLMAN en concierto; Camilo Medina, líder vocal de la banda de heavy rock INVASIÓN, Javier Andrés Barrero, director del MAGAZÍN CULTURAL LETRA OCULTA y editor de metal del FORTÍN DEL CABALLERO NEGRO, Fernando Ángel, fotógrafo, Nicolai Vargas, webmaster y todos aquellos que apoyan y siguen al frente de EL FORTÍN porque la batalla por el rock apenas comienza!!!

Enlaces: www.paulgillman.com - www.myspace.com/paulgillman




Paul Gillman y Baron Rojo en Vivo

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