Por: Alejandro Barbosa Valderrama. Especial para: www.fortindelcaballero.com
Quizás
usted sea uno de los tantos que piensan que con tener los contactos necesarios,
grabar un demo, sacar el primer disco , manejar una revista o tener excelentes
presentaciones en un escenario es suficiente para lograr el reconocimiento del
público con el fin de ganarse contratos millonarios de los “sellos
disqueros”, quedarse con las pagas de los bares, clientes, etc., o salir
fuera del país con bandas de cartel a representar a Colombia. Eso es
cuestionable, más si revisamos la historia de una nación atrasada
en el tema del rock en la que todavía imperan como siempre el egocentrismo
y la idolatría de algunas bandas, artistas, organizadores de eventos,
medios de comunicación y en general personas que se involucraron en el
tema de la música o el arte para sacar provecho económico con
material de baja calidad. Estos señores se creen con derechos y peor
aún con la autonomía para evaluar y criticar cuando ni siquiera
pasaron por las aulas de una universidad ni tampoco se detuvieron a investigar
y aprender de los libros o de las fuentes cuál es la realidad del rock
nacional. El hecho de tocar un instrumento, grabar un álbum, escribir
un artículo periodístico, representar un artista o participar
en una convocatoria de bandas implica el respeto por sí mismo y por los
demás. Sin embargo, los “impostores” siguen colándose
en masa. Hacen lo que se les da la gana, saludan con hipocresía y al
final sólo cuentan los billetes que sin merecerlo se ganaron. Algunos
actores son ajenos a este mal y por estar concentrados realmente en lo que les
compete como es llevar a cabo sus metas y sacar adelante sus proyectos de vida
no creen necesario detenerse en absurdas discusiones de quién es el mejor,
quién vende más o cuál es el primero y a qué precio.
Estos maestros que apenas se pueden contar con los dedos de la mano, son la
esperanza que nos queda y por ellos vale la pena continuar el camino.
A
fines de 2006 tuve la oportunidad de asistir al evento Bogotá Ciudad
Rock en Bbar y conocer a una banda que después de muchos trabajos pues
casi los deja el bus y llegar casi sobre la hora a su presentación en
este festival con los instrumentos casi saliéndose de los estuches, se
constituyó en un ejemplo de valor y humildad de cómo llegar a
ser un músico integral sea cual sea la circunstancia y el entorno. “Cuyabros”
de pura cepa con el metal al hombro arribaron del eje cafetero a la capital
para hacer lo que más les gusta tocar. ABDUCTED CHILD dignos de la admiración
y el respeto de los asistentes al lugar sacaron toda su artillería de
humildad y se llevaron los aplausos del público por el valor que tuvieron
para presentarse sin pensar en que la final de Bogotá Ciudad Rock sería
una batalla de bandas. ¿Lo era para algunos? Prevaleció el amor
por lo que hacen y por eso son invitados del mes de febrero a Perfiles.
Alejandro Barbosa: ¿ABDUCTED CHLD? Trae consigo la anécdota de Andrés, quien no tenía estuche para el clavijero de su guitarra y éste se salía de una media improvisada antes de arribar a Bbar. Un saludo a ustedes firmes representantes del death metal colombiano y cómo los recibió la ciudad?
Andrés,
guitarrista de ABDUCTED CHILD: Fue chistoso lo que sucedió al
llegar. A veces cuando hay compromisos importantes pasan estas cosas, sin embargo
es como los paseos no planeados de última hora con la novia o con los
amigos. De pronto se vuelven inolvidables. Bogotá es una ciudad de puertas
abiertas y como quindianos estamos muy honrados de participar en la final de
este festival Bogotá Ciudad Rock junto a bandas como NOVA ORVIS, PI PROJECT
y FRACTAL FLESH. Gane quien gane lo bonito es pasarla bien y tocar nuestra música
con el corazón. (Al final de este festival el triunfo sería para
FRACTAL).
AB: ¿Cuéntenos sobre la filosofía y el nombre como tal de su agrupación?
Andrés: La banda nace por iniciativa de Sebastián, el batero, por el death metal que hace HYPOCRISY. Las líricas se hacen con el ánimo de saber que no estamos sólos en este mundo sino de saber que hay alguien más en el exterior que nos vigila y muchas veces sobrevuela el espacio aéreo sin que la humanidad se percate de su visita. Los seres extraterrestres hacen parte de la temática de nuestra agrupación que espera recibir de otros mundos un mensaje positivo que trascienda y fortalezca el espíritu. La idea es sentirnos realizados por lo que logramos y no crecernos nunca por el estigma de los medios y la gente que se cree más que los demás, sin haber logrado nada más que llenar sus bolsillos de mentiras. Uno es músico aquí o en cualquier parte del mundo. El orgullo debe ser una consecuencia para el público que escucha sus bandas a través de un disco o una presentación de calidad en vivo, no el fin del artista que hace posible la música. Eso es ABDUCTED CHILD. Crudeza y crítica constante al sistema en el que vivimos donde impera el odio, el ego y el miedo del hombre por no aceptarse tal como es.
AB:
Tuve la oportunidad de entrevistar a Alex Oquendo antes de lo que sería
la presentación de MASACRE en el evento EVOCACIÓN II, y háblamos
con él de lo que es ser un músico integral en el metal. No es
sólamente sacar un demo o tocar en un par de conciertos sino realmente
sentir la energía de la música y el gusto por hacer buen metal.
¿Cuál es la visión de ABDUCTED CHILD sobre lo que debe
ser la cultura de una agrupación de death metal en Colombia?
Andrés: La visión de nosotros no es sólo tocar y ya. También va dirigida a la composición, el ensayo permanente, trabajar todos los días para lograr cosas que le gusten a la gente. Todo va unido a un sentimiento de amor por lo que hacemos sin pasar por encima de nadie. Con el respeto que se merece quien paga por una entrada o adquiere un disco aunque nosotros todavía estamos muy biches en eso y valoramos más bien a los que se atrevieron a invertir todo su esfuerzo en un álbum o en un número significativo de trabajos bien hechos como lo puede ser Alex Oquendo de MASACRE en nuestro género que es el death.
AB:
¿Quiénes componen y cómo funciona la parte creativa
en ABDUCTED CHILD?
Andrés: Inicialmente yo componía todo pero a medida que nos vamos acoplando vienen ideas de Sebastián, de Felipe y del guitarrista nuevo que hoy no pudo presentarse con nosotros debido a la parte monetaria. Todos intervenimos y tratamos de ser un grupo compacto que es lo que se espera de una alineación hoy en día, en la que debe existir comunicación entre todos sus integrantes para estar enfocados hacia el logro de un objetivo que puede ser consolidar un álbum o representar a una ciudad como lo tratamos de hacer aquí en Bogotá.
AB: ¿Finalmente un mensaje para nuestra comunidad?
Sebastián: ¡Que viva el metal colombiano! Mucho material humano para dar a conocer y por mostrar en otras tierras. Gracias al Fortín del caballero negro por esta oportunidad.
ABDUCTED CHILD SON (izq-der):
Felipe Rodriguez: bass and backing vocals
Andres "abducted" : guitars and vokills
Sebastian "Zebacho" arbelaez : drums and backing vocals
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Mas info en: http://www.myspace.com/abductedchild
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