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Sinopsis
Desde épocas tan remotas como la antigua Grecia, Babilonia o Asiria, el mito del ente que se alimenta de la sangre de los vivos, ha alcanzado su inmortalidad a través de la historia en diversas facetas recogidas por la literatura, el cine y el folklore.
En este libro, viajaremos a través del tiempo y el espacio para conocer los puntos clave en donde, ya sea como strigoï, vrykolakas, nosferatu o personajes que han dotado al mito con influencias modernas, como la infame Erzébeth Bathory, Vlad Tepes "El empalador", o Guilles de Rais, desfilan en una galería de horrores y tradiciones ancestrales que se han perpetuado hasta nuestros días a través de la literatura y el cine.
La sangre es la vida
Interesante libro de bolsillo, y muy práctico para los que quieran iniciarse en todo lo relacionado con el vampirismo en la historia, ayudando a entender la figura actual del vampiro a través de sus constantes metamorfosis que cada cultura adoptaba en su propia idiosincracia por la superstición, sus mitos y leyendas, y un culto ancestral por la sangre tan antiguo como la humanidad misma.
El libro comienza con sus raíces más milenarias, en donde se nos comenta hallazgos prehistóricos en los que ya se observaba la figura del chupador de sangre, algo que más adelante aparece como algo oficial en la tradición de Lilitû, entidad babilonia que succionaba la sangre de los niños, y que igualmente aparece en textos apócrifos que la atribuyen como la primera compañera de Adán. Ya en las raíces de nuestra civilización, el mismo concepto lo veremos desarrollarse bajo las empusas, las lamias y las estrigas en la cultura grecolatina. Incluso el cristianismo le dio un especial valor a la sangre como elemento redentor, algo que no dio pocos problemas en los pueblos recién convertidos, que encontraban una excusa para volver a sus prácticas paganas de canibalismo ritual.
Este estudio sobre el nacimiento del vampiro, y su supervivencia a través de diversos avatares en la historia, es sin ninguna duda acertado, y de muy interesante y fácil lectura. Un libro detectivesco que sigue el rastro del vampiro a través del tiempo y su situación geográfica, pasando desde Grecia a Transilvania, desde la Antigüedad hasta nuestros días, destacando tiempos tan oscuros como la Edad Media, en donde ya podemos observar las fórmulas primitivas para identificar y destruir a un vampiro. O visitar lugares tan recónditos que no habían sido alumbrados por las luces del Renacimiento, y en donde podemos ver de primera mano un desarrollo refinado de la superstición, y la aparición del hombre lobo en la cultura occidental , algo que ya sería inseparable en el mito del nosferatu.
Ya entrados en el Barroco, podremos informarnos de los primeros estudios serios sobre el vampirismo (XVII-XVIII), dado el auge que en muchos casos provocó la histeria colectiva en algunos puntos de Europa. Como ejemplo de estas investigaciones, se comentan ciertos tratados sobre la masticatione mortuorum (masticación de los muertos), intentando explicar el supuesto fenómeno de los muertos que masticaban en sus tumbas, atribuyéndolo a la posesión diabólica de sus cuerpos. Todo esto, en tiempos de plagas, superstición y un fanatismo que daba por hecho la existencia de aparecidos y seres de ultratumba que volvían de la muerte para alimentarse de los vivos.
En este aspecto y por lo general, el libro actúa de una manera un tanto superflua, pero objetiva. Nos informa sobre su existencia y comenta algo de su esencia, pero solo hasta el punto justo en el que deseamos saber más. Es por esto que El despertar de los vampiros es un trabajo muy completo en su carácter cronológico, pero en lo general bastante breve. De hecho, sólo tiene 144 páginas, y la cantidad de ilustraciones a tamaño extra grande (una buenísima recopilación de imágenes, muy variada y de singular belleza), resume aún más el contenido literario. Por lo tanto, no creo que les aporte mucho a los entendidos de la materia si buscan algo en profundidad, pero sí es un libro esencial para los que quieran introducirse en el mundo vampírico, y para todos los que quieran conocer sus raíces literarias e históricas. De hecho, el libro menciona a escritores como Polidori, Teófilo Gautier, Sheridan Le fanu o Bram Stoker, e igualmente a los personajes reales que inspiraron el mito moderno, tales como Vlad Tepes, Guilles de Rais o Erzébeth Bathory. De esta última, conocida en su infamia como La condesa sangrienta por asesinar a más de 600 chicas para bañarse en su sangre, y que inspiró sustancialmente a Bram Stoker para la creación de Drácula, existe una visión novelada sobre su vida y crímenes escrito por Javier García Sánchez: Ella, Drácula (ver links más abajo para ir a la reseña del libro).
Igualmente se dispone de los andares del vampiro por el mundo cinematográfico, documentos y testimonios sobre casos de vampirismo, e incluso textos íntegros extraídos de varias obras literarias, entre los que figura Las metamorfosis del vampiro, poema que Baudelaire se vio forzado a excluír de Las flores del mal por la censura. Entre estas y otras cosas, también incluye un pequeño diccionario, y hasta algunos "sortilegios" rumanos para exorcizar a la víctima de un vampiro.
Entiéndase pues este libro como toda una guía turística (un concepto acorde a su formato en todos los sentidos) que no se deja nada atrás, pero que sí deja mucho más por ver si se quiere profundizar en el tema. En fin, muy recomendable para los que quieran iniciarse con una introducción tan amena como fiable, y aconsejable para los que quieran reforzar sus conocimientos sobre el vampirismo a través de los siglos.
Libro Comentado por: Carlos N.S. [Sonidobscuro Staff] - [ABR:05]
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