Cuando me visitéis,
Cuidaos de depositar una rama espinosa de rosa salvaje
Junto a mi lecho,
Os la devolveré inmortalizadas como un bello presente para
tu enfermedad
Deseáis libraros de mi?
Descuartizad mi cuerpo
Quemadlo y luego mezclad con agua bendita
Las cenizas que queden
Y apurad el trago
Apuradlo.
Luego ya no estaré
Pero Perduraré en vos
Pues he sido vuestra única cura
Así como vuestra enfermedad.
He muerto antes de tiempo
Permitidme que merodee
Ante la vida que poseéis,
Contemplad los crematorios
Que circuyo.
En las noches
Los amantes descansan
No así nosotros.
Venid
Aquí la muerte
No posee faquín alguno
Que cuide su señorío.
El amor no
Es un sueño provocado por los amantes
Mil más caras puede tener mi alma.
Queréis ser su único vidente?
Esta es la promesa de un moribundo lleno de culpas y
necedades
Las mismas lastiman mi cuerpo
Uníos a la ensoñación, apertura hacia un mundo hermosos
Lento, lento
Respirar
Si aún poseo esa facultad
Tomad la realidad que os ofrezco
Sin encontrar siempre un mundo irreal.
La lumbre siempre será vista bajo la aldaba del perenne escepticismo.
Decapitadme
Atravesadme con una estaca
Bebed mi ceniza con agua mentida
El dolor es nimio
En comparación con el
Placer
Que dan vuestras manos al hacerlo.
Torturadme con calma
Sin prisa
Que la eternidad aguarda...
Es un dogma incansable.
Ahhh
Solo un breve tango me acompaña
No lo escuchasteis???
Nos imagina danzando
Danzad toda la noche
Con mi cuerpo
Hasta que mis pies sangren
Y quedéis exhausto entre mis brazos.
La dama del caballero,
María hereje.
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