Pasaron varios años antes de que Testament tocara de nuevo en Bogotá. Desde el momento en el que se empezó a promocionar el concierto la expectativa de ver en vivo a la banda del señor Chuck Billy creció. Inicialmente se programó para el Downtown Majestic, pero dadas las circunstancias, la organización optó por trasladar el evento para el Palacio de los Deportes.
El hecho de que en la publicidad no aparecieran bandas nacionales teloneras despertó cierta inquietud entre el público. Se especulaba sobre quiénes podrían abrirle a semejante leyenda. Finalmente esa responsabilidad recayó en las bandas Perpetual Witness de Bogotá y Borroza de Bucaramanga.
Generalmente los toques en nuestro país se hacen los sábados, esta vez fue el domingo 25 de mayo, teniendo en cuenta que el lunes 26 era festivo y que el sábado 24 Testament tocó en Valencia (Venezuela) en el Gilman Fest.
Pasadas las seis de la tarde Borroza empezó su presentación. Técnicamente el grupo suena muy bien, tanto las guitarras como la base rítmica dan muestra de un trabajo serio, bien elaborado. En vivo su música suena más contundente que en su cd debut “Fantasma”, metal del siglo XXI, sin etiquetas. Media hora descargó la banda de Bucaramanga. Tanto los temas propios como las versiones suenan potentes. En esta oportunidad rindieron honores a la banda bogotana Neurosis con la versión de Involución. Creo que el tema que sonó mejor fue el homónimo del cd. La gente seguía entrando.
El turno fue para Perpetual Witness, la banda de Jacabo Zamudio. Ellos hacen otro tipo de metal, más Heavy, más Melódico. El nuevo baterista le da un sonido particular, no sin desconocer, claro está, el aporte fundamental que le dio durante varios años “El Indio”. Algunos problemillas con el sonido no permitieron que el grupo sonara mejor, sin embargo, se nota la experiencia en tarima, el complemento de Arley en el bajo, Napoleón en la otra guitarra y el nuevo baterista, Sebastián, respalda el trabajo de Jacobo en las voces y las guitarras.
La gente vino a ver a Testament. Qué banda. El señor Chuck Billy se apoderó del escenario y de inmediato la serie de excelentes temas empezó: Over the Wall, Into the Pit, etc, etc. Impresionante. A la derecha del señor Billy, Alex Skolnick, uno de los guitarristas más influyentes del thrash en el mundo, detrás del vocal, Greg Christian, un bajista que no desentona para nada, a la izquierda, Eric Peterson, simplemente, muy bueno. Detrás de los tambores Paul Bostaph, una institución en el mundo de los bateristas: Slayer, Forbidden y Exodus ¿Alguna duda?. Chuck Billy, sin duda alguna, es uno de los mejores vocalistas del thrash, aunque siempre decía en el concierto Heavy Metal, Heavy Metal, finalmente lo que menos interesa es clasificar la música. Más importante es disfrutarla. Las clásicos siguieron: Souls in Black, Low, Practice What You Preach, entre otros, además tocaron temas de su reciente trabajo: The Formation of Dammation. Cerraron los casi 90 minutos de su presentación con The Preacher. Sin palabras.
Un grupo como pocos, una música única, un concierto que pasará a la historia. Thrash de Testament o Testament de Thrash.
Para Testament el sonido mejoró notoriamente, aunque no faltaron los problemillas, no importó: Testament tocó como lo que es: una leyenda.
Globe Rock, la organización del evento, no tuvo reparos en ofrecer un gran espectáculo.
Comentar