La persecusión hacia la libre expresión, hacia la construcción cultural es un pan de cada día en Colombia y en general en Latino América (recordemos el HellFest de México) donde manos oscuras diñartan, entorpecen y se regodean con la corrupción acabando con espacios que dan sentido a la vida de muchos jóvenes que prefieren armarse con una guitarra, con un micrófono, con un instrumento que construye paz, armonía, tolerancia, a empuñar un arma contra sus hermanos. La doble moral aprendida de nefastos padres de la patria ahora censura en un sin sentido la voz que jamás se apagará, apoyo total a Bosa La Escena del Rock, viva la música, viva el rock, viva el metal y viva la cultura, el Rock nunca muere.

---

---

---