Sonidos puros, sonidos desbordados, sonidos que te hacen amar el metal colombiano, eso es lo que nos produce seguramente a muchos la banda de Speed Metal Revenge, ese dulce sabor de los años 80. Desde Medellín se recrean estos sonidos, Revenge es una propuesta que viene dando frutos desde el 2002, gracias a Esteban Mejía los riffs rápidos se desgajan desde la montaña, en el 2004 lanzan su Promo-cd llamado Fire Attack predecesor de su primer álbum: Metal Warriors que derivaría en su segundo trabajo: Rage and Revenge.
Sólidos, un ensamble impecable, un juego de voces para nada desagradable al oído de los más exigentes, solos virtuosos, cada canción es un paisaje diferente en un hilo conductor que caracteriza un trabajo disciplinado.
Pero Revenge no es solo metal, cabellos largos, chamarras y rudeza en el escenario, ellos también hacen tejido social: Mariana es una niña que a sus 15 años es una Metal Warrior, lucha contra la terrible enfermedad del cáncer, cuestión que no impide que su alma indómita busque un sustento de fe, de ganas por vivir a través del metal, Revenge cumplió su sueño de estar en el ensayo de una banda. Si la música no es para divertirse, para sentirla, para dar vida entonces no tiene sentido.
Larga vida entonces al Metal Colombiano, Larga vida a Revenge, y larga vida (mucha fuerza)a Mariana
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