Por: Elena Amatista.
A través de las letras se habitan dimensiones misteriosas. En este Goce Poético se rememoran instantes donde la existencia invoca los sentidos y la memoria.
Está primera publicación es dedicada a los desterrados; a los desposeídos de la patria. La figura del desterrado ha sido una constante de todos los tiempos y los pensadores bajo está condición innumerables. Se citarán algunos escritores en homenaje a la guerra del pensamiento que batallaron, dónde el sistema acusó al arte y a la libertad del pensamiento; levantando “juicios contra la moralidad” que buscaban la condena y el exilio.
En el contexto Francés de finales del siglo XIX Charles Baudelaire fue enjuiciado por “Les flurs du mal” publicadas en 1857; al igual que Flaubert por “Madame Bovary”; Oscar Wilde fue el protagonista del gran juicio contra la moral y estando preso escribe “De Profundis”. En el contexto Latinoamericano tenemos al cubano José Martí, virtuoso poeta libertario quién fue condenado a trabajos forzosos (al igual que Oscar Wilde) y luego exiliado a USA donde conoció al colombiano José María Vargas Vila, quién la iglesia y el estado denominaba como “El luciferino”, entre otros de sus distintivos sobrenombres.
Sin más preámbulo,
DESTIERRO
Incomprensión es el sello de los desterrados
Aspiraciones perdidas que respiran atadas al tiempo
Guerreros y furias sangrantes…
No hay perdón ni refugio para aquel que se atreve
No hay caminos fáciles para los guerreros
Espadas con tinta son bálsamo en las manos de los perseguidos
Sombras amigas se convierten en confidentes
Sombras de la mente…
Vagabundeando curiosas
Siguen nuestros pasos
En amantes errantes del tiempo nos convertimos
En ECOS de las memorias
Solos, Guerreros sin otra patria más que la Mente
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