Luto en el mundo de la música, Riley B. King o B.B. King ha fallecido el día de ayer, the Blues Boy ha dejado a Lucille sola, después de padecer diabetes e hipertensión. La vida del ganador de 15 Premios Grammy no fue para nada fácil, condenado a la miseria por las injustas leyes racistas de la época en Estados Unidos, el abandono de su madre con tan solo 4 años, la pobreza y el aislamiento hizo que King se refugiara en la música como terapia, primero en el coro de la iglesia baptista de su natal Itta Bena, luego en la guitarra desde sus doce años inició tocando en las iglesias locales, siguiendo a su primo otro grande del blues Bukka White hasta Memphis donde comenzó a generar su propio público, además de trabajar como Disc Jockey, donde adquirió el famoso apodo de Blues Boy o B.B. desde ese año 1948 King comenzaría una carrera de éxito, siendo el precursor de convertir la música negra como un género universal.
Lucille fue el nombre para sus guitarras, recordando que casi pierde la vida al regresar para rescatarlas en un incendio en Arkansas, Lucille nos deleitó con The Thirll Has Gone, Sweet Sixteen, Sweet Little Angel, la hermosa Since I Met Yo Baby o Stormy Monday entre otras cuya versatilidad en el género
Su música perdurará por siempre, una leyenda, un grande que deja un legado de más de 300 conciertos al año deleitando a sus seguidores, la música no sería igual sin toda la entrega melódica, sensible, versatil, única que inmortalizara a este genio. Paz en la tumba de éste maestro.
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