Día de rock dejó de ser una idea de emprendimiento empresarial de años atrás. Nunca fue un experimento. La tercera edición lo ratificó con una logística digna de los más grandes eventos de rock mundial. Este servidor lo pudo apreciar el pasado sábado 22 de febrero en el Centro de Eventos Autopista Norte. Con una zona de parqueo segura, locaciones dispuestas de tattoo, stands con mercadeo de productos rockeros o de metal, adecuados lugares de comida y cerveza artesanal; el área de prensa tuvo trato especial, un escenario al aire libre para el que ni siquiera la lluvia afectó los tiempos de los artistas, otro escenario 360 grados que hizo delirar a todos los que hicimos parte de la esta historia. Entre cada banda no pasaba más de 1 minuto. Cosa que en otros festivales no se ve aquí en Colombia. Un verdadero paseo por los géneros de la música rock.
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Las presentaciones más destacadas puedo decir sin temor a equivocarme que fueron las de Apolo 7, Tappan, Rocka, El Sagrado, Tequendama, The Mills, Nepentes, Kraken, Don Tetto, Compañía Ilimitada, Pornomotora, La Doble A y Los Suziox.
Para los expertos del rock latinoamericano, agrupaciones invitadas como División Minúscula o Caramelos de Cianuro fueron el plato fuerte que dejaron una grata impresión por el repertorio y su excelente trabajo en vivo.
La exigencia en los tiempos de los artistas sumada a que no hubo tantos bemoles en la parte técnica hizo que se cumpliera el objetivo mayor: entretener y divertir al público. El trabajo serio de Don Tetto al llevar en sus hombros la responsabilidad de este colectivo privado lo permitió.
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Emocionante ver la figura femenina de Aida Hodson entre los vivas y aplausos de los presentes que reconocimos el trabajo arduo detrás de Sonora Entretenimiento que logro dar de nuevo la talla para sacar adelante el festival. Resistir, persistir y nunca desistir. En esta tercera edición, de nuevo fue impecable la organización y el sonido. Aplausos.
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