Una vocal es un sonido del lenguaje humano que se produce al expulsar el aire sin interponer ningún obstáculo en su camino. También la forma de representar ese sonido.
En el sistema fonológico del español las vocales básicas son cinco: a, e, i, o, u, aunque desde un punto de vista fonético las variaciones son mayores. Otras lenguas tienen un sistema fonológico más amplio, con más vocales, siendo su representación dependiente de las reglas ortográficas de ese idioma y sirviéndose a menudo de rasgos auxiliares como la tilde, diéresis, vírgula, macron, etcétera.
Para la representación más aproximada de los sonidos se emplea una serie amplia de símbolos, no necesariamente coincidente con la representación de las letras, llamada alfabeto fonético. Aunque cada lengua puede tener el suyo, se tiende a utilizar el Alfabeto Fonético Internacional.
Para su clasificación nos fijamos en la separación de los maxilares, la elevación de la lengua o el avance de los labios.
Se suelen representar formando un triángulo, que semejaría la cavidad bucal:
i----------------------u
e----------o
a
La amplitud de la abertura implica que la vocal sea cerrada: i y u, media: e y o y abierta: a. Si la lengua se curva hacia adelante a la vez que se retraen los labios tenemos vocales anteriores, agudas o palatales: i y e; si la lengua se retrae hacia la parte posterior, a la vez tenemos las posteriores, graves o velares: u y o. La a no es ni aguda ni grave. En algunos idiomas (como el griego o el alemán) se diferencia entre vocales labializadas (pronunciadas con los labios adelantados en forma de bocina) y no labializadas. Sin embargo, en español, las vocales labializadas se corresponden con las posteriores, y por tanto se suele omitir este rasgo al describir una vocal. Otras clasificaciones atienden a la duración y así tenemos breve y larga, en la que la segunda dura el doble de la primera.
Si parte del aire se expulsa por la nariz estamos ante una vocal nasal. En castellano se nasalizan las vocales pronunciadas entre pausa y consonante nasal o entre dos consonantes nasales; en otros idiomas, sin embargo, el rasgo de nasalidad sirve para distinguir dos vocales diferentes.
Las dos vocales más cerradas pueden comportarse en español como semiconsonantes o semivocales, lo que les permite formar diptongo con las vocales siguientes o precedentes, respectivamente.
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