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El hecho de formar parte de una selecta minoría (rockeros), trae una obligación implícita: colaborar para que ese pequeño grupo crezca o por lo menos se mantenga.
Al organizar un concierto no sólo deben tenerse en cuenta el sitio, la fecha, las bandas, el sonido, etc, etc. Hoy en día quienes fielmente colaboran pagando una entrada para un toque, esperan algo más que eso, esperan seriedad, responsabilidad por parte de quienes asumieron el riesgo de hacer un toque. Siempre ha sido un riesgo. Lo preocupante es que en estos días existen personas que, como escribió alguna vez Sabbath en el Magazín Cultural LETRA OCULTA, lo hacen para corroborar esa manía que sabiamente tituló en su artículo “El Aberrante Vicio de la Representatividad”, en el que planteó la posición de quienes asumen el rock como una pantalla, como una manera de generar reconocimiento, de ser ‘populares’, en un género a todas luces impopular, socialmente hablando.
Este editorial quiere simplemente hacer reflexionar sobre la importancia de hacer conciertos de nivel, con las suficientes garantías como para que el público ávido, en últimas quien mantiene viva a la escena, siga asistiendo.
Recuerdo hace 17 ó 18 años los toques de La Pestilencia, Darkness o Neurosis, por citar algunos. Eran volantes fotocopiados, era entendible. Sin embargo, como todo proceso lógico, tiene que evolucionar. La litografía en nuestros días nos facilita esa labor de difusión, además es una inversión necesaria, además existe a nuestro favor para ese propósito la internet, páginas como esta y otras más, se convierten en multiplicadoras de esos esfuerzos.
No entiendo cómo se programan varios eventos en un mismo día, si bien, existe libertad plena de hacerlo, también se deben tener en cuenta consideraciones como la calidad del evento, además de la disyuntiva para el público, que ante esta situación muchas veces opta por no ir a ninguno. En cualquier otro género musical se puede argumentar que hay mercado para todos. En el Rock no. Infortunada o afortunadamente somos pocos y debemos mantenernos.
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