EDITORIAL JUNIO 2005: LAS BANDAS DE GARAJE Y LAS OBRAS MAESTRAS

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Antes de sentarse usted, lector de “El Fortín del Caballero Negro”, quiero que usted visualice la última caminata que usted tuvo por ese paisaje tan hermoso como indescriptible, casi perfecto, en el que parecía estar en un sueño, en un lugar mágico e imaginario que usted disfrutó hasta saciarse.

Ahora compare esa situación con la primera vez que llegó a usted esa música maravillosa de alguna gran banda y usted quedó estupefacto, quieto en primera, concentrado en esa inspiración que tuvo que tener, ya sea Ozzy Osbourne, Led Zeppelín, Jimmy Hendrix, o Iron Maiden. ¡Increíble!, es tan grande que uno no es capaz de imaginar que sea un ser humano el que haya llegado a realizar esa obra de arte.

Pero ellos son tan humanos como usted o como yo y es su dedicación y amor a la música la que ha logrado que esas pequeñas semillas, en las que muchos no creían, que se ha formado todo ese trabajo que rodea a las Grandes Bandas del Mundo, esas que hoy en día aparecen en cientos de homenajes alrededor del mundo y que ellos, sus integrantes, o quienes los conocieron cuando eran unos muchachos en ese proceso de crecimiento, no pueden creer que sean la misma persona.

Y es por eso que, la página de “El Fortín del Caballero Negro”, debe ser consciente del inmenso valor que han tenido, tienen y tendrán, todas las bandas ‘ primíparas’ , aquellas conocidas ´ Bandas de Garaje’ que son seguidas por un pequeño grupo de fans, que alcanzan a reconocer el potencial enorme que poseen sus músicos y que logran imaginárselos muchos años antes de que suceda, con un público de miles de personas cabeceando sus canciones al mismo ritmo y deseando también haber tenido la posibilidad de conocerlos cuando apenas podían mostrar ese valioso ‘Demo’ que servía de carta de presentación para los productores de Discos que, en muchos casos no supieron valorar ese tesoro escondido.

Aunque ustedes no lo crean, es mucho más común de lo que parece, observar al músico de recorrido haciendo gestos de nostalgia y de asombro, al descubrir su propia evolución, cuando aparece el recuerdo de una grabación vieja en la que los recursos no alcanzaban para los grandes estudios, o la época en la que hicieron el trabajo la tecnología no permitía al compositor lograr un sonido tan preciso o su calidad como intérprete no era la misma.

Solo él sabe reconocer cuanto esfuerzo se requiere para llegar a lograr un buen resultado y muchas veces se descubre a través de innumerables caídas como las que tiene todo aquel cuyo único objetivo es ser el mejor.

Bienvenido todo aquel músico que quiera estar en el Fortín del Caballero Negro, las enormes puertas de esta Fortaleza os van a acoger como lo merecen ustedes, que son los artistas, nuestros guías y únicos con derecho a criticar su proceso como artistas.

Además, estamos seguros del enorme sueño que usted esconde detrás de esos cimientos en los que nadie cree y si usted cree haber logrado un gran trabajo, lo disfrutaremos con ganas como lo hemos hecho con tantas bandas de gran admiración que parece haber demostrado cual ha sido su objetivo con la música.

Porque puede estar usted seguro de que el Beethoven del siglo XXI puede estar escondido en el lugar en el que usted menos lo espera: en su garaje.

Así que a atrévase ya mismo a salir de ese escondite que en este portal tiene muchos rockeros dispuestos a valorar su música, que cuando menos lo creamos va a llegar a ser una obra maestra y a llevarnos a ese bosque del que antes les hablé.

Por: Luis Alberto López Macía.


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