CAMILO GUTIÉRREZ: EL BÁRBARO GUARDIÁN DE KRAKEN

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Por: Alejandro Barbosa V. Especial para:
www.fortindelcaballero.com

1991. Plaza de Toros de Santamaría. Un joven neivano recorre las localidades de la plaza con su micrófono portátil en busca de notas, para sacar al aire la cobertura de un concierto de rock local, en el que intervienen bandas del momento como Excalivur, Hangar 27, Signos Vitales, KRAKEN y Escape. Este evento se transmite para una reconocida emisora de FM de la capital. En medio de la lluvia recibe el saludo del ingeniero de luces, un hombre alto, quien con una leve sonrisa le entrega una boleta para el refrigerio. El comunicador agradece el gesto del amable señor y observa su escarapela que al igual que la suya dice: Chichipatos producciones. Al cabo de un tiempo le pregunta: tiene usted tiempo para una breve entrevista? El joven organizador asiente con la cabeza y con un apretón de manos concede una pequeña nota para la radio. Corta porque ya viene el cierre de la noche y el titán del rock está a punto de salir para dar fin al concierto. Cinco rockeros paisas se dan la mano y hacen un pequeño círculo en el cual se escucha un grito de batalla: KRAKEN! KRAKEN! KRAKEN!
Luego salen a escena y con la dirección de su vocalista Elkin Ramírez despiertan la euforia y el cariño del público bogotano. En aquel tiempo Camilo Gutiérrez no era manager del monstruo noruego, sin embargo, ya se le veía el interés, pues siempre ha sido y será fiel seguidor del titán. Desde el primer acetato y todos los que le siguen hasta los formatos actuales en cd y dvd reposan en su casa. Desde tiempo atrás antes de viajar a Cartagena en plan de profesor de buceo y regresar a Bogotá a manejar a Compañía Ilimitada ya llevaba una amistad especial con Elkin. Hoy en su casa, en un sector reconocido del norte de Bogotá, se reencuentran dos guerreros. El primero bautizado con el rango de lordvincent caballero del fortín y el segundo con el pseudónimo de bárbaro nórdico, el guardían de KRAKEN. Así entonces comienza este perfil que espero sea de su agrado amigo lector.

Alejandro Barbosa: Saludos Camilo es un honor para este medio poder estar aquí después de 15 años y con una gran persona como es el actual manager de KRAKEN. Cómo empieza a rodar usted en el camino de la música y a trajinar sin descanso cuando hay que estar detrás de todo esto para manejar la imagen de músicos como Compañía Ilimitada tiempo atrás y hoy en día el calamar gigante del rock nacional?

Camilo Gutiérrez: La verdad sí! Es uno de los trabajos más complicados, sin embargo, al mismo tiempo es una labor que le genera a uno muchas satisfacciones. Yo comencé a trabajar en esto hace más o menos unos 19 años. Yo empecé en una empresa de aquí de Bogotá que se llamaba Chichipatos producciones. Comencé trabajando como ingeniero de luces de esa empresa y a raiz de eso entré en lo que se llama el “show buciness”.
Trabajé luego con Cesar Vilard y aprendí algo de ingenieria de sonido. Después de cinco años de trabajar en ese cuento me cansé y me fui a vivir a Cartagena y allá me dediqué al buceo. Fuí instructor de esa disciplina durante ocho años hasta que por coincidencias de la vida los integrantes de Compañía Ilimitada llegaron a las Islas del Rosario de paseo. Me encontré con ellos y desde esa época me une a una amistad de muchos años con Juancho y con Pillo. Me propusieron que me viniera a trabajar con ellos porque iban a sacar un trabajo nuevo. Un trabajo que se llamaba “Años en Hi Fi”. Inicialmente yo no quería. Yo no quería cambiar el mar, la pantaloneta, la playa, la tranquilidad, las chicas (risas...). Sin embargo, la propuesta económica fue buena. Yo me vine para Bogotá.
A raiz de esto se hizo una gira con Compañía a nivel nacional hasta el último concierto que se hizo con ellos que fue un concierto en el estadio El Campín junto a las bandas Los Prisioneros y Vilma Palma e Vampiros. Me retiré e iba a comenzar una etapa como empresario haciendo eventos grandes con otro amigo mio y en uno de esos conciertos que estábamos organizando fuimos a invitar a KRAKEN para que formara parte del evento. Con Elkin Ramírez me conocía hacía 18 años cuando ellos vinieron a Bogotá a hacer esos conciertos.
Nosotros hicimos esos conciertos en la Plaza de Toros de Bogotá y Elkin se acordaba mucho de mi y a los tres días me llamó y me ofreció que me viniera a trabajar con él y desde eso es que vengo trabajando con él hace ya tres años.

AB: ¿Usted Siempre ha estado sumergido en el rollo del rock?

CG: El rock es como una enfermedad. Es una cosa que uno lleva en la sangre. Es un virus del cual uno no se puede apartar. Es así que durante el tiempo que estuve viviendo en Cartagena siempre tuve que ver con grupos de rock. Había un grupo en la ciudad heróica que se llamaba Modestia Aparte. Con ellos estuve trabajando un cierto tiempo pero más a manera de hobbie que como profesional. A decir verdad siempre me ha llamado la atención el trabajo rockero detrás de escena.

AB: Para llegar a ser empresario como lo conduce usted? De forma empírica o a través del estudio en una universidad?

CG: Yo soy graduado de publicidad y mercadeo de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Soy diseñador gráfico de esta universidad además de profesor de diseño gráfico en Cartagena en la facultad de dicha carrera. Todo esto se concadena y forma una unión perfecta de trabajo entre el rock y la carrera que yo estudié. Eso me ayudó bastante para poder desempeñarme bien en el trabajo que actualmente realizo.

AB: Hablemos de Camilo Gutiérrez a los cinco, a los diez y a los quince años. Recuerda usted esos tres momentos de su vida? Revoltoso, inquieto, cómo era usted?

CG: A los cinco años era un niño muy feliz. Vivía en una familia muy bonita. Era el nieto consentido de mi abuelo paterno. Montaba a caballo desde que tenía tres años. Me acuerdo mucho de lo unidos que eramos la familia. Con mis primos eramos un grupo muy agradable. A los diez años seguía siendo un niño muy feliz ya estaba viviendo en Bogotá. Andaba uno con su gente. Con los amigos del barrio. A los quince años era un peludo muy feliz. Rockero hasta el tuétano. Yo he sido una persona alegre durante toda mi vida. Las tristezas se superan rápidamente y hay que afrontar siempre la vida con una mirada optimista sobre todo en nuestro país donde vivimos en el cual cada una de las familias ha puesto una cuota de sangre y de dolor en esta guerra sin sentido, sin embargo siempre hay que mirar con optimismo y con una sonrisa la vida.

AB: Cómo ve el rock en Colombia atrás y hoy? Cuando usted comenzó con Compañía, antes de llegar a esta banda a lo que es hoy el rock en nuestro país?

 


CG: El rock ha estado presente desde los ‘70s y ‘80s. Es un país donde la juventud siempre ha estado ansiosa de buscar cosas nuevas en la música, en la moda. Se comenzó con las uñas. Yo me acuerdo en esa época los músicos traían los instrumentos con mucha dificultad de afuera porque aquí no había venta de instrumentos musicales para rock. Se trabajaba arañando lo que había con grabadoras en los garajes de las casas, hasta lo que se ha hecho hasta el momento ver grandes bandas y grandes estrellas del rock y pop salidas acá de esta tierra. Es muy lindo ver todo lo que se ha avanzado. Todo lo que se está haciendo ahora. Kraken es una banda que ha guerreado durante 22 años una historia del rock a nivel Colombia y que le ha abierto el camino a mucha gente. Muchos de los que han fijado la senda que ha marcado KRAKEN en este momento están muy lejos. El trabajo a nivel rockero se ha visto en su avance y su desarrollo.

AB: ¿Qué bandas internacionales le gustan. Hay muchas que deben ser de su agrado?

CG: Yo soy fan furibundo de KISS. El primer disco que yo tuve en acetato en mi vida fue de esta banda y era el “Love gun” de KISS. Mi otro amor del alma es METÁLLICA. Cosa seria!

AB: Hablemos de KRAKEN. De la primera experiencia en Argentina durante esta primera parte del año y lo que viene para el titán colombiano?

 

CG: El viaje a Argentina se consiguió gracias a una gestión que se ha hecho desde más o menos un año de la mano con la disquera KMM Music Group. Nosotros estuvimos con el representante para Latinoamérica en Argentina gestionando todo el viaje de la banda con los empresarios necesarios y haciendo las conexiones con los grandes de los medios como la Rock n’ Pop de la Argentina con Jose Luis Botto quien en su momento fue el manager de Rata Blanca, ahora es uno de los dirigentes de esa prestigiosa revista. Gestionando también la distribución del disco para todo el Cono Sur con Icarus Music. A través de José Luis Botto conseguimos las invitaciones a los dos festivales, uno de ellos El Cosquin Rock. Se hizo el viaje. Se hicieron las presentaciones en los dos festivales.
El público argentino es un público con una mente muy abierta. Es gente respetuosa que sabe y distingue cuál es la calidad musical de cada banda y al observar en vivo la acogida fue muy importante. Los medios de comunicación se portaron de una manera absurdamente buena con nosotros e hicimos una cantidad de entrevistas para radio, prensa, televisión, revistas, páginas de internet y realmente respetan y quieren a la banda Kraken en Argentina. Y ahora a raíz de lo que se hizo en enero se nos vienen unas invitaciones. La primera es para participar en el Festival de integración Interamericano el 1 de mayo en la ciudad de Rosario. Tenemos un concierto en la ciudad de Córdoba. El dueño del Cosquin Rock, el empresario de ese evento, nos volvió a llamar porque quería hacer un concierto único y exclusivo con Kraken en esta ciudad, para la temporada que viene del segundo trimestre del año.
Tenemos también una presentación con Adrián Barilari en la ciudad de Buenos Aires con su trabajo en solitario, el vocalista de Rata Blanca y tenemos una presentación en Montevideo en Uruguay para cerrar en cierta forma el ciclo de lo que es Argentina y Uruguay. De ahí regresamos a Colombia. Tenemos tres conciertos en Venezuela y de ahí para adelante lo que hay es presentaciones en vivo.

AB: Hay un momento especial para el rock colombiano. Se vivió el año pasado. KRAKEN filarmónico. Qué experiencias y recuerdos le trae ese trabajo?

CG: Los recuerdos que tengo son buenos y malos. Fue un sueño que tenía Elkin Ramírez. Él me contó cuál era su sueño, un concierto sinfónico y yo le dije pues viejo póngamole manos a la obra. Duramos unos dos años trabajando de manera intensiva. Inicialmente presentamos el proyecto a la Orquesta Filarmónica de Bogotá y de ahí vinieron en adelante unas negociaciones muy arduas. Fueron unas negociaciones de un tire y afloje muy bravo porque como todos sabemos la Filarmónica es un ente del Estado y como ente del Estado los contratos son bastante difíciles y entonces hubo momentos en que la vimos muy negra, sin embargo llegábamos con nuestras contra propuestas hasta que logramos voltear todo y llegar a un equilibrio entre lo que KRAKEN y la Filarmónica de Bogotá querían. En lo que se refiere a la primera presentación del León de Greiff fueron 15 días de un trabajo absurdo. Nosotros estábamos trabajando más o menos 18 horas diarias con todo el equipo de producción de KRAKEN. En lo que fue el montaje, lo que fue el trabajo de acople con la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
Durante los ensayos con la orquesta se presentaron cualquier cantidad de problemas de orden público porque como el teatro León de Greiff queda dentro de la Universidad Nacional en esos día hubo protestas entonces hubo pedreas cerraron la universidad un par de días y los ensayos se tuvieron que hacer en el teatro de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. El sonido no llegó sino hasta última hora. En fin! Todos los problemas técnicos que puedan haber le resultan a uno a última hora y todos los problemas hay que resolverlos para sacar adelante los proyectos. El maestro Narváez tuvo unos problemas circulatorios y yo le dije que se fuera de urgencias a la clínica y que después haríamos el concierto. Sin embargo, él es otro guerrero de escudo y espada hermano y se fue a la clínica, se puso una inyección y se devolvió a terminar el concierto.

AB: Si cerráramos los ojos hoy y los volviéramos abrir usted volvería a repetir esa experiencia? ¿Se atrevería a volverlo a vivir?

CG: Lo hago una y mil veces. Sin miedo al dolor viejo. Eso es pa delante! (risas...) A mí lo único que me asusta es dejar de hacer las cosas.

AB: ¿Qué significa KRAKEN para usted?

 

 

CG: KRAKEN para mí es la vida. Inicialmente antes de ser manager yo fui fan de esta banda. KRAKEN marcó una época en mi vida. KRAKEN es el inicio del rock en castellano en Colombia para mí. KRAKEN es alma, corazón y vida.

AB: ¿Qué significa huella y camino para usted?

CG: Huella y camino es que todo lo que hace uno en esta vida repercute para los que vienen detrás de uno. Uno va marcando senderos. Sean buenos o malos. Para mí significa mucho.

AB: ¿Qué opinión le merece el trabajo que hoy en día están haciendo los medios de comunicación tanto comerciales como underground por el rock colombiano? ¿Cree usted que ya son especializados a nivel general?

CG: En este momento hay gente que está trabajando de manera honesta, con “berraquera”, hechando para adelante como la gente del fortín del caballero negro, gente que se preocupa de verdad por lo que es el rock y realmente existen muchas revistas especializadas, existen portales de internet dedicados al rock en español y dedicados a cada uno de los géneros del rock que en este momento hay en el país. Existe cierto apoyo en medios de radio por ejemplo la Radiodifusora Nacional de Colombia apoya mucho el rock nacional, Radioactiva apoya hasta cierto punto, La Mega no apoya. Lástima 88.9 F.M la Super Estación que desapareció recientemente y fue una de las que más apoyó en sus inicios el rock en español. Citytv es un medio que apoya mucho el rock local. En fin los medios de hoy apoyan con mucho amor el trabajo que están haciendo los músicos nuestros.

AB: ¿Son adecuados los escenarios actualmente para la presentación de las bandas o todavía nos falta?

CG: Hay infraestructura técnica para trabajar. Hay empresas que tienen sonidos muy buenos. Compañías de luces con sistemas de luces absurdamente buenas. Escenarios excelentes. Lo único malo es que los precios son demasiado altos. Los conciertos siempre se verán en problemas mientras no haya una estructura económica detrás apoyando los eventos. Es uno de los problemas que yo veo y es de índole económico. La gente apoya el vallenato, apoyan el reggeton, apoyan la salsa. Las empresas privadas dan patrocinio para todo este tipo de eventos pero no creen en el rock nacional y yo pienso que en algún momento tiene que haber un cambio con respecto a esa mentalidad. A veces uno mira hacia países como Argentina y usted ve que bandas como The Rolling Stones, U2 o Carlos Santana van a Argentina dos, tres o cuatro veces viejo! Aquí a Colombia no vienen porque la empresa privada no cree en los espectáculos. Deberían ponerle un poco más de credibilidad a esto porque vale la pena.

AB: Hablemos un poco de la familia de Camilo en Medellín. Dónde nace usted?

 

CG: Yo nazco al lado de la Playa en la Clínica Soma (risas...) Mi infancia fue muy feliz como le dije anteriormente. De Medellín y Bogotá porque toda mi familia del lado paterno actualmente está radicada en la capital. No son de aquí son hechos en Manizales. Gente de Pereira y Armenia. La familia de mi madre es de por allá. Pura raza paisa. Terminé acá en Bogotá. Aquí pasé toda mi juventud. Salí de un colegio de no muy buena reputación (risas...) el San Luis Gonzaga “San Lucho” de donde han salido unos verdaderos guerreros a las calles y estudié luego arquitectura en la Javeriana. Me cansé de esta carrera y me decidí por publicidad en la Jorge Tadeo Lozano.

AB: Usted se escapaba de clase?

CG: Sí fui bastante inquieto en el colegio. Me gustaba volarme a jugar billar con mis compañeros.Y fui muy rumbero. Demasiado. Hasta una época de mi juventud en que me llamaban Damián. Era como medio satánico para la rumba. (risas...) Sin embargo de un tiempo para acá la vida me ha cambiado radicalmente. Llevo más o menos nueve años sin tomar alcohol, usar drogas y nada de esas cosas. La vida mía es completamente sana. El único vicio que tengo es este que tengo aquí en mis manos que no lo puedo dejar tan fácilmente. (“quiero fumarme mis celtas cortos. En cualquier momento y en total libertad. Quiero fumarme tus cohibas cortos en tu despacho o en tu coche oficial...” Celtas Cortos de ‘No va más’. Barón Rojo de España). Soy asocial. Rumbee tanto en mi juventud que me hastié.

AB: ¿ Qué hace usted en su tiempo libre?

CG: Lo dedico a la lectura. Libros de fantasías. Todo lo que tenga que ver con dragones, con caballeros medievales. El arte de la guerra. Todo lo que tenga que ver con estrategias de mercados. Soy un devorador de eso. Es lo mio. Me gusta mucho también “el señor de los anillos” de Tolkien que me ha marcado el corazón y el alma. Eh ave María tremendo autor ese! Y jugar “Diablo” en computador. La expansión de ese juego me encanta. No me gusta ir al cine ni al teatro. Soy más bien de alquilar películas en una video tienda y verlas en mi casa. Me gusta más estar aquí en mi fortín.

CG: Si hoy a usted le hicieran una propuesta atractiva en la cual tuviera que dejar a KRAKEN la aceptaría?

 


CG: Soy una persona ética y honesta en todas mis labores. Yo lo digo de una manera graciosa como de “traquetos paisas” que la palabra mia vale sobre todas las cosas. Yo creo mucho en la palabra dada. Yo soy una persona que manejo códigos de honor siempre y los defiendo hasta la muerte. La verdad que sí.

AB: Cómo imagina una vida de casado porque usted viaja mucho. Casi 15 días en el mes por su compromiso con la banda? Poco tiempo para otros espacios?

CG: Yo estoy casado en este momento con mi trabajo. Quiero mucho a alguna mujer y espero algún día poderme establecer, tener mi familia. El trabajo que tengo en este momento no me deja espacio para eso. Como lo dice usted viajo la mitad del mes. Estoy por fuera de mi ciudad. Yo prefiero en este momento entregarle lo que tengo al proyecto con el que estoy. Más adelante cuando vea que tenga la necesidad de establecerme trabajaré de otra forma. Montaré un barcito rockero en Cartagena y me devolveré a mis playas y a mi mar. (RISAS...)

AB: Cómo diseña usted su plan de trabajo para llegarle a grandes empresarios. Cómo fija usted ese derrotero?

 


CG: La tecnología se hizo para algo y yo soy una persona que sé la internet para qué funciona. Yo todos los contactos y los acercamientos iniciales los hago a través de la red. Consigo las citas con los empresarios. Consigo las citas con las personas con las que necesito verme antes de hacer cualquier viaje hacia el exterior. Yo voy siempre adelante como punta de lanza haciendo las negociaciones primero y cuando ya tengo establecido los negocios con los que voy a trabajar entonces ahí sí arranco con mi banda a hacer las famosas giras.

AB: ¿Bárbaro nórdico? A qué debemos este nombre?

CG: Yo siempre he sido un admirador de la cultura nórdica y de la cultura celta. Me parece que eran grandes guerreros. Sobre todo los nórdicos eran grandes guerreros del mar y yo soy un enamorado a morir del mar. Cuando yo muera quiero que mis cenizas las recojan y las arrojen en el fondo del mar. Como buen vikingo. Exactamente!

AB: Cuál es el mayor valor del rock?

CG: El rock es revolución cultural. Es contestatario. Hay una cosa que me parece muy bonita y quiero que la gente alguna vez piense en esto: cuántos muertos hay en un concierto de rock vs cuántos muertos hay en un concierto de salsa o cuántos muertos hay en un concierto de vallenato. Piensen no más en eso.

AB: ¿Qué le gustaría que la gente recordara de usted cuando le llegué la hora y deje este mundo?

CG: Ahí va un bacán (risas...)

 



Edición y Fotografia: Santiago Galindo

 

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