Por: El caballero negro. Especial para El Fortín.
Con la voz gutural de Alex Oquendo, vocalista de la banda Masacre de Medellín, quien alternó en el escenario con el titán del rock colombiano Elkin ramírez en el tema "Todo hombre es una historia" se cerró este sábado 26 de agosto, el capítulo más esperado del calendario de conciertos en la ciudad de la eterna primavera. Ángeles del Infierno hizo la primera parte del espectaculo con un show visual que representó a los integrantes de la agrupación, las carátulas de sus discos y símbolos de la banda, con la utilización de la última tecnología en cuanto a luces, sonido e imágenes en movimiento se refiere y apoyado además por pantallas gigantes que alimentaron todo el tiempo la energía del rockero paisa, sumada a la de algunos seguidores de diferentes lugares del país, cuyo canto del segundo tema en escena: "Todos somos ángeles", se escuchó como grito de batalla en el Coliseo Carlos Mauro Hoyos del Aeroparque Juan Pablo II.
Puños en alto, gritos, gárgantas en tensión, codo a codo, trago a trago y magia de rock and roll inundaron el escenario con un solo culpable: el extenso y bien montado repertorio de Ángeles con su alma mater Daniel Núñez, junto a los experimentados del Metal Juan Gallardo (vocalista) y Robert Álvarez (guitarra solista), más tres excelentes músicos: Gus Santana en las guitarras, Foley en el bajo y el adelantado Rafa Delgado que tocó como nunca la batería.
En lo que se refiere a Kraken pues resaltar el trabajo de Andrés Leyva que se exigió a fondo, el bajo de Luis Ramírez quien siempre se "solla" los conciertos, el señor toque de Carlos Andrés en la batería y el aporte del nuevo teclista, unidos al esfuerzo de Elkin, quien puso a cantar a capela al público, con "Muere Libre" al final del concierto.
Por lo menos 2400 personas acompañaron a las bandas y dejaron todo su entusiasmo en el lugar hasta el cierre. Vale la pena resaltar el respeto entre los asistentes y por encima del costo de las boletas su apoyo a este evento.
Algunos fans comentaron que hacía tiempo no veían un repertorio tan extenso de una banda extranjera y eso sorprendió porque Ángeles del Infierno tocó sin detenerse hasta temas que generalmente no suenan en concierto como: "No pares", "Sangre" "Exclavos de la noche" y "Héroes de poder".
Yeimer González, un joven fanático de Kraken nacido en Pensilvania Caldas fue uno de los tantos aventureros que se vino de Bogotá en motocicleta para llegar al Parque Juan Pablo II y acompañar al titán, así como otros miembros de Kraken Club como Andrés Castro, John Freddy y David González, quienes tomaron un avión para llegar al evento también.
Oliva Zapata, madre de Elkin Ramírez, vocalista de Kraken comentó después del concierto que la asistencia masiva al coliseo y el calor de la gente se dió porque en Medellín siempre se reciben con agrado los espectáculos culturales y el "paisa" es muy dado a colaborar con todo lo que esté a su alcance y si de rock se trata pues el apoyo es mayor. 21 años tuvieron que pasar entonces para que Medellìn tuviera a Kraken y Ángeles en concierto lo cual ayudó también a la venta de camisetas, afiches, botones, pulseras y demás souvenires alusivos al concierto.
Detalles del toque
Después de una prolongada espera a eso de las 8:30 p.m se dió el comienzo de un concierto inolvidable para la historia del rock en Medellín. Abrió Ángeles con el tema "El principio del fin" del álbum "Pacto con el diablo" y el delirio de los asistentes no se hizo esperar. Un vocalista con un excelente estado físico llegó a la tarima y con su cabeza rapada empezó a recordar la era dorada del Metal. La época en la cual en Ibiza España, se corría el telón a la carrera de cinco motoristas que con temas como "Exclavos de la noche" que también sonó en el Coliseo, el mismo "Pacto con el diablo"y el primer hijo: "Maldito sea tu nombre" que fue el tema que puso punto final a la presentación de los apóstoles del metal conquistaron desde entonces a sus seguidores.
Robert Álvarez, guitarra solista de la banda erizaba con sus rifs a más de un fan que sin dejar de saltar recordaba sus amores, desamores, problemas callejeros, noches divertidas o melancólicas, el político corrupto y la realidad de su país.
Rafael Delgado, baterista y quien lleva más de 10 años en Ángeles fue el más aplaudido por el derroche de talento y energía con los tarros.
El sonido estuvo a la altura de la espera y después de temas clásicos como: "666", "Sombras en la oscuridad", "rocker", se escuchó a Gallardo como si fuera ayer en 1984 al invitar al público con frases de ataque como: !Medellín prisionero! ¡Medellín con las botas puestas! o ¡Medellín maldito! Tambien se apreció el remix de baladas clásicas como: "Al otro lado del silencio, "Pensando en ti" y "Si tú no estás aquí".
Llegó el intermedio antes de Kraken y muchos tuvieron que acudir a una fría cerveza o una bolsa de agua porque después de casi 19 temas las fuerzas se agotan y había que reanimarse para ver a Kraken.
Las luces se apagaron de nuevo y el sonido de un teclado hizo eco en todo el escenario. Era "Vestido de cristal", el tema más importante de Kraken en listas durante los ochentas. Nancy, hermana de Leydi Jiménez, quien organiza la logística de la banda, dejaba escapar unas cuantas lágrimas al teléfono, pues en ese momento desde su casa se imaginaba lo que pasaba en el concierto. No pudo asistir al coliseo y lo sintió de lejos como si hubiese estado allí.
Alrededor de siete temas del titán sonaron pues por temas de horario era poco conveniente cumplir con todo el repertorio y Elkin Ramírez, quien ya es un experto en el tema de masas controló a plenitud la situación y después de entonar "Escudo y espada", "Amnesia" y anunciar su próximo tema a lanzar: "Desde el exilio" cerró con el clásico "Todo hombre es una historia".
Un guerrero salido de una película ya conocida como si estuviera al frente de un ejército de orcos se acercó a Elkin y le acompañó en el final. Era el vocalista y líder de la banda Masacre Alex Oquendo, quien saludó la buena presentación de Kraken e invitó al público a un evento que recogía comida para la gente pobre al día siguiente. "El rock y el Metal son uno sólo" fue la frase que dejó escapar Elkin y a continuación la ya sabia frase: "Feliz regreso a casa" sellaba este concierto de leyenda.
Dos guerreros colombianos, el uno máximo representante en el país del rock progresivo y el otro, actor principal del Death Metal en Colombia, se retiraban a su refugio después de alcanzar el triunfo en una batalla más de su carrera: cerrar un concierto de Ángeles del Infierno en Colombia y romper el paradigma de "teloneros de bandas internacionales".
Al final del concierto todo fue una fiesta y en camerinos se celebró con la gente en medio de autógrafos y cerveza.
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