El domingo fue el día citado... el lugar ...la cancha cincuentenario en medellin. Un sol espectacular nos dió la bienvenida a la cita mas importante del rock del 2005 en la ciudad .. el sábado fue un dia destinado a los ritmos mas recientes.. bandas como Doctor Krápula y Tres de Corazón hicieron saltar el público a su ritmo.
Sin embargo, el domingo, fue el día... a la 1 de la tarde. Athanathor sube al escenario con su presencia imponente para abrir la tarde ante la lenta entrada, para quienes soportamos pacientemente la fila y tuvimos el privilegio de verlos arrancar; fue todo un deleite, abrieron su presentación con "Highway to hell" de AC / DC lo que encendio los ánimos bien temprano, continuaron con sus temas propios, excelentes y que pronto tendremos la oportunidad de disfrutar en su nuevo album...también nos trajeron su versión de "Seek and destroy", excelentemente hecha.
Se despiden y la cancha se va llenando de gente y buenos ánimos. Mónica y Viola, de IRA, entre los asistentes al evento, y muy reconocidos y saludados por quienes asistimos.
Aphanghat, banda local y conocida entre la mayoría de los asistentes , mostró un estilo más "oscuro"pero lleno de talento musical.
Tenebrarum, otra de las bandas más esperadas del festival, no decepcionó a quienes alli asistimos con sus toques góticos, acompañados del violin y con un gran poder en escena.
Habakon.. bueno oida de lejitos porque habia que ir a almorzar, con un sonido que evocaba los albores del metal en Colombia, por allá a principios de los 80 s, de posguerra y nepentes ... bueno no digo mucho porque el sueño apremiaba y lo escuché por alla en la dimensión eterea del sueño .... pero no desentonaron .. no hubo una sola banda que bajara el ánimo de los asistentes y cada una se proponia ser igual o mejor que la anterior.
Llega una de las bandas más exitosas de este año... Koyi k Uto, recibidos con aplausos y gritos del publico que se dispuso a escuchar y a disfrutar (en mi concepto personal) una de las propuestas más serias de industrial en los últimos años (¿quizá la primera?). Una propuesta escenica y musical coherente, respetuosa al género y a sus antecesores (percibida ademas en el agradecimiento del cantante a Elkin) que dejó a los asistentes absolutamente complacidos con la presentacion y pidiendo más.
El momento del titán.. como en otras ocasiones el público llamando a gritos a Kraken para que el titán llenara con sus notas el escenario, vuelve a Medellin, les recuerda sus mejores temas, les muestra lo nuevo y la gente sigue profesando ese absoluto cariño con uno de los guerreros más valientes de la lucha por el rock nacional, lucha que ve en eventos como Altavoz sus frutos.
Saludos cercanos al público y la euforia total que es marca predominante en las presentaciones de la banda. 911 nos da una pausa para calmar el cuerpo pero no los ánimos.
Llega la hora de los locales, una de las bandas más queridas de Medellin, con proyección y trayectoria.. Nadie.. celebrando sus diez años trabajando por la escena nacional, presentó al publico un repertorio que de principio a fin fue cantado, saltado y disfrutado por todos, destacándose "me sabe a sangre el corazon" donde el performance previo nos dejó con la boca abierta, el saxofón y las guitarras.. gran combinacion .. mil felicitaciones y larga vida a su rock, con estilo propio con sello particular que le proyecta como una banda con un gran pasado y promisorio futuro.
Rey gordiflón, otro de los locales no se quedó atrás, una banda ya reconocida en los círculos nacionales del rock, con excelentes sonidos y una propuesta rítmica que hizo que aquella noche la fiesta continuara con el ánimo arriba y la gente indiferente al cansancio y la gran nube de polvo que amenazaba con asfixiarnos pero que no mermó en un solo momento la gran energia que sentimos allí. De principio a fin, el rey gordiflón nos revivió el amor por la escena nacional.
Al cierre, Versuit Veragabat con su exploración rítmica, la *****bia, el tango , el rock, el rap, con letras divertidas y llenas de picardia y ritmo, le dieron al festival un cierre digno de todo su recorrido, la salida a la media noche con caras y cuerpos empolvados y cansados pero con espíritus arriba, recordando que Altavoz fue un festival dedicado a lo nuestro, a la escena nacional que crece a paso lento pero seguro....
Destacados el excelente comportamiento del publico asistente, ni un solo incidente que lamentar, la gran acogida a todas las bandas, la paciencia de los asistentes, la parte de merchandising y comidas en la entrada, el clima, el cubrimiento de los medios locales y la gran entrega y compromiso de los músicos, la organización y la administración de la ciudad.
Gracias Medellín.... valieron las 10 horas de viaje para ver esta gran fiesta del rock nacional de la cual esperaremos no una sino muchas versiones futuras.
Enviado por Lucyfer desde Medellín, para el fortín del caballero negro.
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