Por Alejandro Barbosa Valderrama – Director de Fortín del Caballero
Crónica desde Manizales, octubre de 2025
Fortín del Caballero viajó hasta la ciudad de Manizales para ser testigo de una edición histórica del Grita Fest, el festival que, con 18 años de vida, ha trascendido los escenarios para convertirse en un símbolo de identidad cultural del Eje Cafetero. Entre riffs poderosos, diversidad sonora y memoria viva del metal colombiano, el evento cerró su telón el 12 de octubre —día de la raza y aniversario 176 de la fundación de la ciudad— reafirmando que la música alternativa en Colombia sigue más viva que nunca.
Manizales: ciudad que grita su historia
El Grita Fest 2025, desarrollado los días 10, 11 y 12 de octubre en Expoferias Manizales, se consolidó una vez más como una experiencia que trasciende la música. Cada edición es una cita ineludible para quienes entienden el rock, el punk, el metal o el reggae como una forma de vida.
La ciudad, fundada un 12 de octubre de 1849, fue nuevamente epicentro de esta confluencia sonora que reunió 24 agrupaciones de ocho países, marcando la mayoría de edad del festival con una boletería digital asequible y un cartel de lujo.
Durante tres días, la diversidad fue protagonista: desde el ska festivo hasta el metal más oscuro, el público vivió una verdadera celebración de libertad, cultura y sonido.
Triptykon, Krisiun y Moth: el poder del metal extremo
El cierre del festival fue una jornada inolvidable para los seguidores de los sonidos más pesados. La agrupación suiza Triptykon, liderada por el mítico Tom G. Warrior, ofreció un concierto histórico al interpretar material de Hellhammer y Celtic Frost, un homenaje directo a las raíces del metal extremo europeo.
Desde Brasil, los titanes del death metal Krisiun sacudieron los cimientos de Expoferias con su velocidad inhumana y precisión quirúrgica. Y en representación nacional, Moth, banda nacida en 2017 con un sonido oscuro y atmosférico cercano al doom death metal, presentó una de las propuestas más introspectivas del evento.
Durante la rueda de prensa, Fortín del Caballero intervino con una pregunta que abrió el debate entre los asistentes y la banda:
“¿Cómo puede su música, nacida desde la oscuridad, convertirse en luz para generaciones de jóvenes perdidas y sin esperanza?”
La respuesta fue tan contundente como su sonido: “Desde la oscuridad también se puede construir vida; el metal no destruye, despierta.”
Danger: la memoria viva del ultrametal
Uno de los momentos más emotivos del Grita Fest fue el reencuentro con Danger, banda legendaria de Medellín surgida en 1983 en el barrio Florencia, precursora del Ultra Metal junto a nombres históricos como Parabellum y Reencarnación.
Su presentación recordó los años más duros de la Medellín de los ochenta, cuando el miedo, la represión y la violencia se combatían con riffs de guitarra y letras de inconformismo.
Danger devolvió al escenario su himno eterno: “El Inconforme”, una canción que aún vibra como una proclama contra la injusticia:
“No sufras más y lucha por tu libertad,
hay que acabar al que quiera tu vida aplastar.”
La historia detrás de este tema es también una herida abierta en la memoria colectiva. Su vocalista Norman Isaza fue víctima de una agresión policial, un hecho que se transformó en rabia y poesía urbana.
Danger, desde entonces, se convirtió en el espejo de una generación que encontró en el metal su única defensa ante el miedo.
“Teníamos miedo y la música espanta el miedo”, recordaron en su presentación.
Oblitus y la nueva sangre del metal manizaleño
La jornada final también rindió homenaje al talento local. Oblitus, banda de la nueva generación del metal de Manizales, dejó claro que el relevo está asegurado. Su sonido, que oscila entre el black, thrash y punk metal, demostró que la escena regional mantiene una fuerza creativa en expansión.
Su presencia reafirmó el propósito del festival: dar voz tanto a las leyendas como a los nuevos nombres que construyen día a día el legado sonoro del país.
Más que música: una experiencia cultural
En los alrededores de Expoferias, la vitalidad del merchandising complementó la experiencia: camisetas oficiales, vinilos, parches, marroquinería, botellas conmemorativas y otros objetos hicieron del Grita Fest un verdadero mercado cultural.
El ambiente era una mezcla de comunión, resistencia y hermandad. Manizales se transformó durante tres días en un territorio libre, donde la música alternativa fue el idioma común.
Un festival que madura sin perder su esencia
Con el respaldo de la Alcaldía de Manizales, la Secretaría de Cultura y Civismo y la Promotora de Eventos y Turismo, el Grita Fest 2025 demuestra que la cultura alternativa es una fuerza viva y necesaria.
Su consolidación no solo celebra el talento nacional e internacional, sino que fortalece una identidad musical que, desde el Eje Cafetero, proyecta a Colombia ante el mundo.
Epílogo: El Fortín y el grito que no se apaga
Desde Fortín del Caballero, reafirmamos la importancia de viajar, vivir y narrar estos encuentros que nutren el alma de la cultura rock.
El Grita Fest no es solo un festival: es una declaración de resistencia, una conmemoración del espíritu libre que sigue latiendo en cada acorde.
Manizales, una vez más, gritó su historia… y nosotros estuvimos allí para escucharla.
✍️ Crónica escrita por:
Alejandro Barbosa Valderrama
Director de www.fortindelcaballero.com
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